Disyuntiva que baraja Goldoni en la obra Arlequín “Servidor de Dos Patrones”. Para ello, confió en la opacidad del engaño. Se basó en la ambigüedad de las ideas y el uso de la trampa. Obvio, estima ingenuos, a sus semejantes, de allí su premisa mayor: “sí se puede servir a dos patrones”.
La única filosofía que propone Arlequín, es sacar la máxima ganancia fiduciaria cada enredo que monta.
Como nuestra oposición, después de 23 años de fracasos continuados -dándose cabezazos contra el mismo muro-. Que pareciera ser la tragedia dialéctica de la oposición venezolana. No saber a cuál patrón responder, ¿Biden, o a Miami, o al pueblo que por ellos votó, o peor, a Güaidó?
Con la misma tozudez de siempre, ahora, en el peor momento de su improductiva idea, proponen una nueva superchería. La ilusión de una Plataforma Unitaria. Invento de quienes apoyan la noción de las primarias como recurso para hornear entre todos unos candidatos presidenciales.
Esta nueva embuchada, se lo asignan, a un “mago del humo”, el viejo político, Juan Barboza. Y él, de culipronto, sin pensarlo, ni saber la magnitud y complejidad de la misión, acepta la cruzada en que lo embarcan. Y, más lamentable e irresponsable aún, asegura, que ésta Plataforma antes del fin de año,” tendrá seleccionado su candidato presidencial”.
Solo vemos una oposición de mil frentes y ningún programa común. Consideremos: sí es oposición, debe tener partidos y organizaciones e instituciones que den fe de la existencia de este “batallón mete la pata”.
