Parlamentando
Pasan las horas, días, semanas, meses y las cifras de contagios y muertes por el COVID-19 siguen aumentando en el país, los más afectados el sector salud, son más de 600 médicos y trabajadores de la salud que han muerto a causa de la Pandemia. A causa de la prepotencia la arrogancia y la mentira de Nicolás Maduro.
El régimen no ha implementado un plan serio y organizado para inmunizar a los venezolanos, a los médicos y trabajadores de la salud que luchan para salvar vidas, no solo de COVID-19 y sino de otras patologías. El mecanismo de vacunación es absolutamente sumario, donde no hay trasparencia, ni cooperación con los organismos internacionales que te permita confiar que se esta vacunando a la población de riesgo con prioridad como a las personas mayores y el sector salud.
De acuerdo a cifras internacionales se estima que apenas han vacunado un poco más de un millón de personas con la primera dosis y en la segunda dosis se estima que apenas han vacunado unas 275 mil personas aproximadamente, dicta mucho del promedio de América Latina que ya ha vacunado el 20 por ciento de la población por lo menos de la primera dosis. Por ejemplo, Brasil ha vacunado 3 veces la población venezolana, es decir más de 90 millones de habitantes han sido vacunados. Estados Unidos, Canadá tiene más del 50 por ciento de su población vacunada en su primera dosis, al igual que Alemania e Italia.
Lo que pasa es que a Nicolás Maduro no le importa el pueblo venezolano, a este ritmo con apenas unas 20 o 30 mil dosis de vacunas diarias no se va a vacunas sino en 50 años a toda la población. Aquí lo que se impone es que exista responsabilidad y seriedad. Maduro dice que en octubre están vacunados los venezolanos y que se cumplirá con la meta. Eso es absolutamente imposible. No le mientan más a los venezolanos.
Por otra parte, el régimen dice que ya pagaron los recursos necesarios para que lleguen las vacunas a través del sistema COVAX. Son tan cara dura que ponen en entre dicho la información de la Organización Panamericana de la Salud, que los desmiente al señalar que está pendiente el pago de 10 millones de dólares del mecanismo COVAX para distribuir las vacunas para Venezuela.
La Asamblea Nacional legítima aprobó recursos para que se utilice el sistema COVAX e incluso se adquiriera la cadena de frío para conservar las vacunas y el régimen con su prepotencia y su soberbia acostumbrada lo ha desconocido. Nosotros hemos hecho nuestra parte le toca a Maduro responder, con humildad, pensando en los venezolanos y su beneficio.
Esta actitud del régimen tan indiferente a los problemas de los venezolanos, a su desinterés porque la población sea vacunada, te obliga a pensar mal, que esta es una estrategia más, una política de Estado del régimen, de control social, para mantener a los venezolanos en sus casas, en zozobra, con miedo a salir.
Una estrategia para evitar que el país vuelva a lo habitual, al trabajo, a las escuelas, el comercio laborando en su totalidad. No le conviene porque se le presentaría un caos total, el problema de escases de la gasolina y el gasoil se agudizaría. El metro en Caracas colapsaría por la falta de trasporte público y en los estados la situación obligaría a la gente a triplicar las protestas, por la falta de agua, gas, gasolina, gasoil, transporte, seguridad y atención médico asistencial en los hospitales y ambulatorios públicos.
El sistema eléctrico colapsaría, porque aumentaría la demanda del servicio, con la amenaza latente de que ocurra un gran apagón nacional nuevamente, pero esta vez de mayores proporciones.
Se desnudaría la realidad del país. Todos sabemos que para el régimen la pandemia le vino como anillo al dedo, porque todo iba a colapsar, con tal intensidad, que quizás Venezuela estuviera tomando otro rumbo, si no hubiese tocado el COVID-19 la campana.
Por eso el régimen le ha dado largas a que entren al país las vacunas y evitar establecer un plan masivo de vacunación, rápido, eficiente y organizado. Es maquiavélico pensarlo, pero así actúan los que quieren atornillarse en el poder, a costilla de lo que sea, no importa someter hasta morir a toda una población y echarle la culpa a la Pandemia.
Por eso nosotros los demócratas y venezolanos seguimos luchando, en la calle con la gente, llevando un mensaje de esperanza, unión. Por eso estamos de gira por todo el país promoviendo un Acuerdo de Salvación Nacional, primero para que entren las vacunas y sea inmunizada toda la población sin discriminación. Por otra parte, para que haya elecciones libres, democráticas y confiables y disputarle el poder a Maduro que quiere mantener su imperio y el bienestar de aquellos que han sido sus cómplices para destruir el país, sus instituciones y la moral de los venezolanos. Seguimos luchando
Seguimos Parlamentando
¡Vamos Pa’lante!
