Los últimos informes producidos por los equipos técnicos que trabajan para la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, la ex presidenta Michelle Bachelet, trae de cabeza a Maduro y sus compinches. No se trata de chismes ni de acusaciones temerarias. Son relatos que tienen soportes que le dan consistencia de pruebas fehacientes a cada uno de los capítulos de este nuevo dictamen preliminar, para que los responsables de los crímenes sean procesados y juzgados conforme a la justicia internacional.
Ya se sabe de todas las diligencias que, desesperadamente, han venido haciendo por los alrededores de La Haya, sede de La Corte Penal Internacional, los mensajeros del régimen madurista. Han realizado todo tipo de gestiones, sin detenerse ante nada, con la idea de desajustar el curso del proceso que lleva ya años en ese ente que actúa conforme a las pautas del Estatuto de Roma avalado por Venezuela como Estado Parte. Afortunadamente esas piruetas no han producido los resultados prometidos y mas bien se han hecho públicos algunas resoluciones que indican que ese juicio va “viento en popa” y no hay argucia tribunalicia ni “cañonazo con bala de dólares” que lo pare o distraiga.
El nuevo Fiscal de la Corte Penal Internacional, Dr. Karim Khan, promete ser más activo y diligente que su antecesora y eso genera un ambiente de confianza en que todos los actos violatorios de los derechos humanos cometidos en los últimos años en Venezuela no quedarán impunes, sino que se aplicarán las sanciones ejemplarizantes a sus perpetradores. Eso da pie a que digamos, agarrados del refranero popular, que “la justicia tarda, pero llega”. Y que se entienda que cuando escribo estas reflexiones no mueven mis manos ni mi corazón la rabia ni sentimientos de venganza, simplemente aspiro como venezolano y como defensor de los derechos humanos, que esos actos arbitrarios de detenciones injustas, secuestros, torturas y asesinatos extra judiciales, no queden impunes.
El régimen ha querido simular en estos recientes días, que está experimentando un proceso de reconversión espiritual, todo con la idea de pescar en rio revuelto, sobre todo para arrastrar en sus aguas pestilentes de fraudes a mas de un incauto o colaborador para sus fines electoralistas. Así tenemos que al mismo tiempo prometen abrir las puertas de sus cárceles para devolverle la libertad a quiénes han padecido prisiones indebidas, pero meten presos a otros venezolanos como ha sido el caso alarmante del secuestro del Dr. Javier Tarazona y a sus compañeros de Fundaredes, simplemente por denunciar la presencia en territorio nacional de fuerzas irregulares relacionadas con la narcoguerrilla colombiana. A quienes se frotan las manos creyendo que serán concejal, legislador regional, Alcalde o Gobernador, les digo, en especial a mis paisanos guariqueños contaminados de candidaturitis, piensen bien lo que hacen, reflexionen por el bien de Guárico y del País, hay esperanza, no lo terminen de destruir, no se debe morder ese anzuelo porque tiene carnadas envenenadas.