El 17 de mayo se conmemoró el Día Internacional contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género, por lo cual la comunidad sexodiversa organizó una serie de eventos para dar a conocer los avances que han tenido, pero también la deuda que se tiene por el respeto de sus derechos humanos.
Reflexionando sobre el tema, me perece inaudito que en nuestros tiempos aún se mantengan tratos discriminatorios y crueles hacia la comunidad sexodiversa, que se piense que las personas homosexuales deben ser condenadas por su condición, cuando en definitiva todos somos seres humanos, con los mismos derechos y sentimientos que se buscan compartir.
Es increíble que en algunos países se les castigue con cárcel, no se les permitan acceso a servicios de salud, educación, puestos de trabajo y hasta se les aplica la pena de muerte a los homosexuales. Recuerdo que en Venezuela, hasta la cuarta república, existía la llamada Ley de Vagos y Maleantes, con la cual se le ofrecía un trato inhumano a los homosexuales, muchos de los cuales pagaron condena en la cárcel de El Dorado.
Llegada la Revolución esta comunidad fue reconocida, no solo en la Constitución, sino con otras leyes, entre ellas la Ley Contra el Odio. Se han alcanzado logros pero aún queda mucho trabajo que realizar, pues el tema de la discriminación a la comunidad sexodiversa tiene que ver mucho con nuestra cultura.
En su apoyo, en el municipio Sucre creamos la Dirección de Atención, Protección, Defensa y Empoderamiento de la sexodiversidad, con lo cual ratificamos nuestro respeto y solidaridad.
