Nuevamente las autoridades venezolanas se ven en la obligación de denunciar una agresión internacional que se pretende fraguar desde Argentina para secuestrar activos de nuestro país.
En esta oportunidad un avión Boeign, perteneciente a la empresa Emtrasur, que fue retenido junto a la tripulación, el pasado 6 de junio y cuya aeronave se ha informado será incautada por una solicitud de Estados Unidos.
Esta situación se presenta cuando se mantiene la pelea legal para que el Banco de Inglaterra devuelva las 31 toneladas de las reservas de oro y cuyos activos, violando todas las leyes internacionales, pretende entregar a los bandoleros que dicen representar la oposición venezolana y que tienen un amplio prontuario en lo que se refiere a apoderarse de los bienes de todos los venezolanos, como así ha sucedido con la empresa Citgo, refinería filial de Pdvsa, con sede en Estados Unidos, y Monómeros, empresa petroquímica ubicada en Colombia, de la cual por cierto, el nuevo presidente Gustavo Petro ha señalado se encuentra quebrada.
El presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, además de enfrentar las sanciones y bloqueos económicos que han impuesto a nuestro país, también se encuentra al frente de las acciones legales para lograr la entrega de todos estos activos, cuyos recursos se encuentra un destinados a la ejecución de programas sociales, especialmente en la adquisición de alimentos y medicamentos. En esta batalla, cuenta Maduro con el apoyo de un pueblo revolucionario, rebelde, que no han logrado doblegar y se encuentra unido ahora por la recuperación de los activos de Venezuela.
