¿Cuánta agua tomas al día? Tal vez no la suficiente para evitar la deshidratación. ¿Sabías que puedes estar 24 horas sin comer nada de comida sólida? Sin embargo, el cuerpo podría fallar si te pasas un día sin beber.
Seguramente has notado más debilidad en una tarde de verano que en un día lluvioso. Si no acostumbras a tomar agua y de pronto sales en una tarde soleada, ¿sabes qué podría ocurrirte? Podrías enfrentarte a la deshidratación, empezarías a sudar el líquido que hubiera en el cuerpo y comenzarías a sentirte cansado.
Esta situación puede traer efectos sobre la salud. Por suerte, la deshidratación diaria es leve y no suele ser un problema de salud grave .
Por lo general, solo se necesita un buen vaso de agua a tiempo, o incluso un aperitivo hidratante, como la sandía o el pepino, para revertir el daño. No obstante, si dejas que la deshidratación avance, te enfrentarás a algunos problemas de salud:
1. Pérdida de rendimiento deportivo
Existe un tipo de deshidratación que resulta muy severa. Es la más fuerte y, según la evidencia científica, puede causar un mal funcionamiento en todo el cuerpo. Depende de la cantidad de agua que empieces a perder por tus actividades diarias.
La cantidad total de agua en el cuerpo de una mujer puede ser de 38 a 45 litros, y para un hombre, de 42 a 48 litros. Si eres de los que acostumbra a ejercitarte, aquí te va este consejo: debes pesarte un par de veces. Hazlo antes y después de salir a correr.
De esta forma vas a conocer tu nivel de sudoración. Toma en cuenta lo siguiente:
- Si perdiste entre el 1 y el 2 % de su peso corporal, significa que estás levemente deshidratado. No pasa nada, estás bien. Solo recuerda tomar agua para solventar la falta.
- Una pérdida de entre el 2 y el 4 % de tu peso, indica que estás moderadamente deshidratado y que algunos órganos podrían empezar a fallar.
- Si perdiste el 5 % o más, debes comenzar a preocuparte: nunca debes llegar a la pérdida del 11 % de tu peso. Este ya es síntoma de deshidratación seria y los riñones pueden comenzar a fallar.
Simplemente el hecho de perder el 1 % de tu agua corporal puede implicar caídas significativas en el rendimiento, según un estudio publicado en el año 2019. Por este motivo debes de ingerir líquido cada 20 o 30 minutos de actividad física.
2. No se puede controlar la temperatura del cuerpo
El cuerpo genera calor con cualquier movimiento que hagas, por muy pequeño que este sea. Sin embargo, las temperaturas centrales se mantienen gracias a la hidratación.
Cuando estás deshidratado, no tienes la suficiente cantidad de agua en tu interior. Si sudas podrías perder lo poco que te queda para ayudar al mecanismo de refrigeración.
El calor queda atrapado en el cuerpo porque no se puede evaporar y la temperatura sigue aumentando.
En el momento en que sientas que tu temperatura es elevada, procura consumir agua fresca. Es recomendable evitar el agua completamente fría porque se crea un choque de temperaturas que podría resultar perjudicial.
3. Dejar de sudar como síntoma de deshidratación
Si el cuerpo no esté lo suficientemente hidratado, no tendrá mucho que expulsar por los poros. Si haces ejercicio habrá un momento en el que no expulses nada de sudor y esto es un mal síntoma. De hecho los golpes de calor se asocian a un cese del sudor con elevación de la temperatura corporal.
El sudor sirve para refrescar la piel y expulsar toxinas.
4. El corazón tiene que trabajar más de la cuenta
¿Sabes cuál es uno de los embalses más grandes que hay en el cuerpo? La sangre. Esta se ve fuertemente afectada cuando comienzas a deshidratarte .
El volumen de sangre disminuye, sin embargo el trabajo del corazón aumenta. Esta situación lo puede poner en riesgo, según un artículo publicado en la revista Sports Medicine. Además, quienes tienen problemas de hipertensión y similares ponen en mayor riesgo a su corazón.
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