José Antonio Gámez E: Del qué al cómo

“El marco de las 4DX se basa en la premisa fundamental de que la ejecución es más difícil que la concepción de las estrategias. Después de analizar cientos de casos, los creadores de estas disciplinas lograron definir unas cuantas que parecen funcionar muy bien para conquistar esta dificultad. Por lo tanto, no debe causarte sorpresa que estas mismas disciplinas puedan tener un efecto similar en tu meta personal de cultivar el hábito del trabajo profundo.”(Cal Newport)

Son muchas las anécdotas que pueden reflejar la dificultad, de pasar del qué al cómo, para cualquier persona u organización. En este sentido, son muy variadas y difundidas las técnicas para establecer la estrategia. Inclusive para definir una táctica. Al tiempo que todos tenemos alguna experiencia de cómo eso no es suficiente, para lograr los objetivos propuestos. Al final nada sustituye los hábitos y la fuerza de voluntad, para lograr metas y avanzar. Al comienzo puede ser necesario reponer fuerzas y recoger la atención. Existen pocas recomendaciones tan efectivas como las del retiro. El retiro que prepara la acción.

El acrónimo 4Dx se refiere a las cuatro disciplinas desarrolladas por Sean Covey, Chris McChesney y Jim Huling, para ayudar a alcanzar metas crucialmente importantes. La posibilidad de establecer hábitos de trabajo profundo, es una meta que podría considerarse crucial para muchos de nosotros. Tomando en cuenta que, dentro de la sociedad del conocimiento, el valor del trabajo se relaciona directamente con su calidad. Un trabajo de calidad suele ser un trabajo profundo. Los resultados que alcance la organización dependen, en gran medida, de desempeños individuales.

Las cuatro disciplinas se pueden enunciar de manera sencilla. Primero concéntrese en lo sustancialmente importante. Segundo, basarse en los indicadores predictivos. Tercero llevar un convincente tablero de resultados. Cuarto crear un hábito de rendición de cuentas. Aunque esto sea ya todo un programa de ejecución, también puede quedarse corto. No en vano Peter Senge escribió la quinta disciplina, dirigida al desarrollo de las “habilidades suaves” (soft skills), para encontrar un modelo de organización abierta, que aprende.

No es infrecuente encontrarnos con la realidad de que “cuanto más queremos abarcar, menos podemos hacer”. Parece que eso de pequeños propósitos alcanzables, sigue siendo un buen método para comenzar el camino del cambio. Muchas veces tomamos los indicadores de resultados como la verdad última y olvidamos utilizar los indicadores predictivos. Estos nos ayudan a prever mejores resultados. “La gente no se comporta igual cuando lleva cuenta de los resultados”. Conviene tener tableros o carteleras que muestren “cómo vamos”. Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de rendir cuentas. Esto nos lleva a generar otros hábitos de mejora continua.

“Durante este experimento con las 4DX, la claridad de la meta, sumada al aporte sencillo pero eficaz de mi tablero con los indicadores prospectivos, me llevó a un nivel de profundidad que nunca antes había alcanzado. En retrospectiva, veo que lo que aumentó no fue tanto la intensidad de mis períodos de trabajo profundo como su regularidad.¨(Cal Newport)

José Antonio Gámez E.
jagamez@gmail.com
@vida.vibra

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