Deisy Oviedo: El espíritu navideño

Feliz domingo mis queridos seguidores, en la práctica permanente de la disciplina del agradecimiento hoy agradezco por la salud, por la oportunidad de poder disfrutar de otra navidad cargada de amor, bondad, compañerismo y sobre todo amor, mucho amor recibido y dado como mandato de Dios a través del maestro Jesús.

Mi artículo de hoy está dedicado al espíritu de la Navidad, esta es una época maravillosa en el año, mucho movimiento para la gran mayoría de las personas además es la conmemoración del nacimiento de Jesús.

Para algunos la Navidad es una fiesta religiosa, conmemora la llegada del hijo de Dios en la tierra, para otros no tiene un significado religioso, sin embargo, es una época de inspiración. La navidad se ha ido transformando en una festividad para compartir con la familia y los amigos, y sigue teniendo como telón de fondo el nacimiento de Jesucristo, el redentor.

El 24 de diciembre llamada noche buena y el 25 de diciembre navidad son dos días que se han convertido en días del amor, fortaleciendo el poder de la unión y el estar juntos, enfocándonos en las personas que amamos y cuidamos. Estos días son muestras hermosas de humanidad, celebrados con nuestros seres queridos más cercanos en un compromiso de amor, de dar, de compartir y que queda sellado como compromiso cada año.

No se puede negar que el legado que nos dejó un hombre que vivió hace dos mil veintiún años atrás, aún permanece vivo aquí en la tierra, ese hombre llamado el hijo de Dios para muchos, predicó y enseñó el perdón, el dar, el compartir, nos enseñó a tener la fe en un ser poderoso y omnipresente que siempre esta allí para cada uno de nosotros.

Realmente es fascinante ver como un solo hombre marcó no solo su época sino tantos siglos, porque toda esta energía festiva y de alegría es gracias a Jesús, tanto que aun los que no son creyentes de la doctrina de Jesús celebran igual con sus familiares y amigos y no solo celebran sino que practican lo que él predicaba, esperanza, buen ánimo, amor, comprensión, reconciliación, ayuda y buena voluntad hacia el prójimo.

Realmente somos nosotros todos los humanos los que hacemos que la Navidad sea lo que es, ya que todos esos sentimientos descritos van acompañados de regalos, niños, árboles de navidad, decoraciones, dulces y muchas cosas más que le dan colorido a la festividad.

La verdad es que yo en particular siempre he amado la Navidad pero nunca me había detenido a hacer estas reflexiones que hoy estoy compartiendo con ustedes, gracias a una lectura que hice del Dr. Mark Banschick, psiquiatra de niños y adolescentes con formación en el Hospital de la Universidad de Georgetown en Washington, DC, y en el Centro Médico Presbiteriano Weil / Columbia de Nueva York en la ciudad de Nueva York.

Gracias a Banshick comencé a tener claridad con esta festividad, que yo siempre he celebrado como conmemoración del nacimiento de mi maestro Jesús, sin embargo, nunca me había detenido a pensar que más allá del sentimiento religioso, para algunos es una simple festividad, que sin saber tiene siempre una significación con foco en un solo ser: el hijo de Dios. Y entendí que en muchas partes del mundo celebran y comparten estas festividades como tradición, más no con una connotación religiosa, sin embargo, siguen celebrando el nacimiento de Jesús.

Banshick escribió, que fascinante es que todas las fiestas, cenas, regalos todo sea por y para Jesucristo, y a medida que investigaba un poco más sobre la Navidad, me iba haciendo participé de esta opinión.

El fin de semana pasado que estuve de viaje, vi hermosas decoraciones, casas completamente iluminadas, árboles bellísimamente decorados, ángeles navideños, Papá Noel representado en muchas partes. Todo iluminado y lleno de una energía que te contagia y te da la sensación de amor y tranquilidad.

Sin ir muy lejos, la tradición del árbol de Navidad en el Rockefeller Center de este año 2021, símbolo de la Navidad en Nueva York, fue traído desde Maryland para la ceremonia del encendido el 1 de diciembre, una tradición que ya cumple 90 años. Se trata de un “abeto de Noruega” de 79 pies de altura (24,079 metros), 46 pies de ancho (14 metros) y 12 toneladas y contrariamente a otros años en que suele proceder de Nueva York, Pensilvania o Nueva Jersey, en esta ocasión fue donado por una familia de Elkton, en Maryland.

El árbol más famoso de Nueva York fue cortado el 11 de noviembre y llegó al Rockefeller Center dos días después para ser adornado con más de 50.000 luces y la estrella de cristal Swarovski, de 900 libras (408,23 kilos).

Este árbol es el número uno del mundo entre los diez más famosos. Tenemos también, el árbol de Navidad de la Puerta del Sol en Madrid, el árbol de Navidad del Zócalo en México, el árbol de Navidad de la Plaza Roja en Moscú, el árbol de Navidad de Gubbio en Italia, el árbol de Navidad de Vilnius en Lituania, el árbol de Navidad de Washington en Estados Unidos, el árbol de Navidad de Estrasburgo en Francia, el árbol de Navidad de Trafalgar Square en Londres y el árbol de Navidad de Río de Janeiro en Brasil.

Nada más de tener claro que toda esta celebración es por el hombre que vino al mundo para hacernos libres, enseñarnos lo que es realmente el amor, no solo a Dios sino al prójimo, y que dio su vida por nosotros para darnos una luz de esperanza, me hace tener una fascinante admiración por la psiquis humana ya que he logrado entender que todo esto es para la gloria y alabanza del nacimiento del único Redentor del mundo y nuestro Salvador personal Jesucristo. Aún sin que para muchos se trate de una festividad religiosa, indirectamente están celebrando el nacimiento del redentor.

Personalmente estoy muy feliz de saber que a Jesucristo lo seguirán manteniendo vivo por lo siglos de los siglos. El Espíritu de la Navidad brillará para siempre como la estrella más resplandeciente de los cielos.

Hasta aquí mi artículo de hoy, espero que este tema les haya hecho descubrir lo que a mí, los invito a unirse a las tribus de almas y a bailar el son de la energía navideña. Los honro y los respeto. Sigan contactándome por mi correo deyoviedo.us@gmail.com y por Instagram Deyoviedo.us

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