Un derrame de gasolina es más frecuente de lo que puedes imaginar. En las estaciones de servicio ocurre todos los días con muchos de los vehículos que llegan para surtirse. También es común que suceda lo mismo al sacar combustible de un coche, cuando este presenta alguna rotura en su tanque o al intentar recargar la cortadora para césped.
Por: Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud
Estos eventos tienden a ser peligrosos por el riesgo de incendio. Pero además, hay posibilidades de explosión, en caso de que la masa gaseosa que se produce con un derramamiento reciba una chispa. Hablamos de una sustancia tóxica, que ensucia demasiado y deja resbaloso el piso.
Por estas razones, el primer paso que debes seguir frente a un incidente de este tipo es evaluar la extensión del derrame y la probabilidad de que el carburante se propague hacia otras áreas cerradas o peligrosas. Asimismo, toma en cuenta la presencia de fisuras en el piso, alcantarillas, ráfagas de viento y vehículos.
Usa arena de gato
Una vez que hayas seguido los protocolos de seguridad que te explicaremos más adelante, recubre la gasolina con abundante arena especial para gatos (no sirve la arena de playa) o, en su defecto, usa harina o fosfato trisódico. Incluso, hay quienes emplean paja, aserrín, almidón de maíz o bicarbonato de sodio.
Asegúrate de esperar que surta efecto durante una o dos horas. Aunque si no tienes suficiente tiempo, aguarda por media hora, por lo menos.
Después barre la arena con cuidado y recógela con la ayuda de una pala de mano. Introdúcela en una bolsa de plástico. Añade otro poco de tierra, repite el proceso y deséchala en un sitio seguro.
Para tener claro lo que debes hacer, comunícate con los bomberos o la central encargada de contaminación por materiales peligrosos. Ellos te explicarán las instrucciones. Eso sí, nunca tires gasolina en un contenedor de basura tradicional.
En cuanto a la mancha, si es en el suelo, espera que el combustible se evapore para poder limpiar. Para esto utiliza un rascador de plástico o escobilla e introduce los últimos restos en la bolsa.
Ventila el área
Este punto es importante para evitar consecuencias graves. Encárgate de abrir las puertas y las ventanas para que el aire circule y no se acumulen gases explosivos. Estos son capaces de desencadenar mareos, dificultades respiratorias y desorientación.
Abre las ventanas del lugar frente a un derrame de gasolina, de manera que los vapores no se acumulen.
