Clavo de olor, aliado de la salud bucodental

El clavo de olor se usa para aderezar salsas y guisos, pero esta especia también tiene beneficios para la salud como prevenir la caries, aliviar el dolor de muelas, o mejorar la digestión y evitar los gases, entre otros. 

Por: Espectador de Caracas con información de WebConsultas

Cómo es el clavo de olor y dónde se encuentra

El clavo es la flor del árbol conocido como clavero Eugenia caryophyllata, sinónimo de Syzygium aromaticum, antes de abrirse; es decir, el capullo floral, la parte del árbol con mayor potencial medicinal. Estas flores, pero también las hojas de este árbol de la familia de los eucaliptos (mirtáceas), son muy ricas en un aceite esencial con un alto valor antimicrobiano y antioxidante, como veremos posteriormente.

El clavero es un árbol de porte modesto, de hasta 10-12 metros de alto, con la copa densa, de forma más o menos piramidal. Presenta las hojas ovaladas, puntiagudas, de haz muy brillante y de dura consistencia. Las flores tienen forma acampanada, con la corola alargada, con numerosos estambres en su interior. Es originario, como se ha dicho, de las islas Molucas en Indonesia y del sur de las Filipinas, y hoy día se cultiva además en otros puntos de Indonesia y Malasia y en el este de África.

Principios activos del clavo de olor

Los capullos del clavo se cosechan poco antes de que las flores se abran y se dejan secar al sol durante varias semanas. Cuando el cáliz se seca adquiere un característico color rojizo acastañado, con el extremo color naranja. Los clavos emanan un aroma intenso, calificado de floral, fresco y ligeramente apimentado.

La composición química del clavo está bien estudiada y contiene los siguientes principios activos y nutrientes:

  • Los clavos contienen aceite esencial en abundancia, hasta un 20% de su peso en seco. Esta esencia contiene moléculas de alto valor medicinal, especialmente eugenol, pero también cariofileno, pineno, salicilato de metilo, etcétera.
  • Mucílagos.
  • Taninos, con poder astringente.
  • Ácidos grasos insaturados del tipo Omega 3, como ácido linoleico y oleico.
  • Fitosteroles, con capacidad antiinflamatoria y antiespasmódica, como sistosterol y estigmasterol.
  • Vitaminas del grupo B y vitamina K.
  • Sales minerales como potasiocalciomanganeso y magnesio.

Al clavo de olor, por efecto probado de estos principios activos, se le atribuye una acción antimicrobiana, antiviral, antibacteriana, antiinflamatoria, antiespasmódica, antifúngica, digestiva, carminativa (facilita la expulsión de gases), analgésica, odontálgica, antioxidante y expectorante.

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