Linda D’Ambrosio: Así va el siglo

Descubrir El Reloj del Milenio, mejor conocido como El Reloj de los Horrores, fue uno de los eventos que más me impactó durante mi segundo viaje a Edimburgo.

Emplazado junto a otras atracciones que distinguen el Museo Nacional de Escocia, entre las que se cuenta la famosa oveja Dolly, El Reloj fue creado en 1999 por cinco artesanos: una ilustradora, un relojero, un fabricante de muebles, un escultor y una artesana de vidrio. Aunque en principio la idea era conmemorar el tránsito de uno a otro milenio, la obra acabó por celebrar el final del siglo XX , el más cruento de la historia según el inventario de los acontecimientos que debían ser representados de entre los acaecidos en los últimos mil años.

A las once en punto de la mañana fui testigo de cómo se ponía en marcha el mecanismo que imprimía movimiento al reloj.

“Vi desfilar lo peor y lo mejor del siglo XX, encarnado en las imágenes de Lenin, Hitler, Stalin y Chaplin. Contemplé cómo doce figuras, una por cada mes del año, giraban en lo más alto de la torre mirando incriminadoramente al espectador en una ronda macabra, ilustrando las dificultades y tragedias que afligen a la humanidad, desde la persecución hasta el hambre”, señalaba la columna que le dediqué al monumento.

¿Cuánto hemos progresado desde entonces? Ya han transcurrido veintitrés años y no parece que como especie hayamos avanzado mucho.

Y es que no he podido evitar pensar en el mencionado reloj de cara al lanzamiento del más reciente libro de Inés Muñoz Aguirre, Así va el siglo, publicado por OT Editores y presentado el domingo 19 de noviembre en Cinética Cultural.

Sin saberlo, Inés recoge el testigo de los artesanos del reloj y, haciendo confluir periodismo y poesía, elige la peor noticia de cada uno de los primeros veinte años del siglo XXI. De cada una de ellas, extrae versos.

Este libro, que comienza evocando la Guerra del Medio Oriente y finaliza refiriéndose a la Pandemia, requirió una meticulosa investigación de las publicaciones aparecidas a lo largo de dos décadas, y constituye un llamado a reflexionar sobre la contribución que efectúa el periodismo a la construcción de la Historia.

Así como la ostra transforma la urticante presencia de un grano de arena en la esplendorosa naturaleza de una perla, Inés logra parir belleza a partir de los más inquietantes episodios. No es de extrañar, pues su mirada lleva años rescatando lo que hay de bello y de bueno a través de su proyecto Pasión País, que adelanta junto a la fotógrafa Mariam Krasner.

Rosa Montero, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2022 en España, afirma que Inés ha convertido “los terrores y dolores de este confuso siglo XXI en una bandada de hermosos, poderosos y aleteantes versos”.

¿Se trata de una admonición? ¿De una advertencia?

Inés afirma que el libro es un llamado positivo a la reflexión y a lo que debemos hacer desde el periodismo, desde la poesía y desde nuestra participación como individuos para cambiar el mundo.

En la cúspide del reloj, de diez metros de alto, una imagen compendia el mensaje central de la obra: una Pietá que sostiene en sus brazos un cuerpo exánime, alude a la compasión como única salida para el hombre.

¿Pone en evidencia, Inés, esa misma carencia? ¿Constituyen las páginas de este libro un llamado a la acción?

La poderosa voz de esta mujer inteligente, lúcida periodista, exitosa escritora y experimentada dramaturga, no nos puede pasar inadvertida.

linda.dambrosiom@gmail.com

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