El 27 de febrero de 1989 se produjo en nuestro país uno de los actos criminales más horrorosos que registra nuestra historia, superado solamente por las acciones de los 11 años de la guerra independentista de 1810-1821. En esta oportunidad se puso en funcionamiento cabal la consigna que el 24 de enero de 1961 lanzó Rómulo Betancourt con aquello de “disparar primero y averiguar después”.
Ahora, 25 días después de haber tomado posesión para su segundo gobierno, Carlos Andrés Pérez dio la orden de disparar contra las barriadas populares, dejando más de 700 muertos y más de 2.000 heridos. La disposición la asumió CAP y el entonces titular de la Defensa Ítalo del Valle Alliegro cumplió la disposición. La mortandad comenzó por Guarenas y se proyectó a otras barriadas.
Todo tuvo como trasfondo el aumento del pasaje en las barriadas, partiendo de esa población mirandina, y abarcó a la zona metropolitana y poblaciones cercanas de los estados Aragua y Carabobo, pero fue en la capital y en Miranda donde hubo más daño.
Se debe recordar que Carlos Andrés Pérez dejó a un lado el propio Palacio de Miraflores, la sede del Poder Legislativo y fue a tomar posesión en el teatro Teresa Carreño, en un acto que contó con la presencia de unos 50 mandatarios, primeros ministros, altos funcionarios, invitados especiales y personalidades de la política y de las artes. Se recuerda la presencia de Fidel Castro y el ex presidente de USA, Jimmy Carter, entre muchísimos otros.
No todo quedó allí, pues en el seno de la FAN venía funcionando un amplio sector que pensaba en el bolivarianismo, pero no para utilizar al Padre de la Patria, Simón Bolívar, como una figura decorativa, sino como el rescate de su memoria para darle a Venezuela una base de sus principios. Fue entonces cuando el 4 de febrero de 1992 se produjo un alzamiento de efectivos de menores jerarquías, en especial de comandantes, que en esa oportunidad se alzaron contra CAP, quien se puso a salvo en Miraflores al salir por un pasaje secreto.
El movimiento fracasó aquel 4 de febrero, que pasó a nuestra historia como el 4F y que tuvo al comandante Hugo Rafael Chávez Frías como el conductor, quien al contrario de muchos otros, asumió la responsabilidad de aquel alzamiento, dejando en el ambiente nacional aquellas palabras que actualmente tienen al frente del gobierno al presidente Nicolás Maduro, a quien el hoy Comandante Eterno dejó en el poder cuando el mal que atacó su salud estaba creciendo.