22 de noviembre de 2024 1:00 PM

Midriasis: qué es y cuáles son sus causas

Cuando nos encontramos en sitios con poca o baja luz, el ojo reacciona de manera involuntaria, produciendo una distensión de los músculos radiales del iris. Esto se conoce como midriasis, que también es llamada dilatación pupilar o dilatación de la pupila.

Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud

Con dicha respuesta, el organismo activa una forma de visión nocturna, graduando o ajustando la cantidad de luz que ingresa. Aunque en los seres humanos la agudeza visual no se intensifica tanto como sucede en algunos animales, como el gato y el búho.

Esta no es la única razón por la que ocurre dicho fenómeno. También la midriasis puede deberse a una variedad de causas, incluyendo el estado de ánimo (miedo), las lesiones, las enfermedades y las reacciones a fármacos, entre otras.

¿Qué es la midriasis?

La pupila es ese círculo negro que está en el centro del ojo; más exactamente, del iris. Su función es regular cuánta luz entra a la retina. En función de ello, la pupila puede expandirse o contraerse. Se estima que el tamaño varía entre 2 y 8 milímetros.

Al estar más expuestos a la luz, se produce la contracción o miosis. Y al contrario, cuando se expande, tiene lugar el fenómeno opuesto, que se denomina midriasis. Esto posibilita cierto grado de visión nocturna, aunque en los seres humanos es más bien limitado.

No está del todo clara su etimología. En latín, el término “midriasis” ya se usaba para referirse a la dilatación pupilar. Se piensa, por otra parte, que podría estar relacionada la palabra con yunque, en griego antiguo.

Lo que sí se sabe es que en este proceso intervienen dos grupos de músculos, que son los que controlan el tamaño de la pupila. Estos son el esfínter circunferencial y el músculo dilatador del iris.

La razón más común para que se presente la dilatación pupilar es el hecho de estar en un ambiente con poca o baja luz. Lo mismo suele ocurrir al despertar en las mañanas, pues tras haber permanecido tiempo con los ojos cerrados o a oscuras, podemos tardarnos un poco en volver a adaptarnos a la luz diurna.

La emoción, el entusiasmo, la excitación y hasta el deseo sexual se evidencian en la dilatación pupilar. Esta es una buena señal para saber si le gustas a alguien.

Causas de la midriasis

En las situaciones antes mencionadas (poca luz, miedo, emoción, excitación), la dilatación pupilar se hace presente por un tiempo relativamente corto. Pero hay diversas causas por las que la midriasis se prolongaría, constituyéndose en una posible señal de que algo distinto ocurre.

Examen de la vista

En ocasiones, se debe dilatar la pupila para poder examinar lo que hay en el interior del ojo, incluido el estado de la retina y el nervio óptico. Esto es importante para diagnosticar, prevenir o aún tratar determinadas afecciones oculares.

En este caso, se usan fármacos como la atropina. El efecto puede permanecer por unas horas; en algunas personas, hasta un día entero. Pero luego desaparece de manera natural.

Heridas y lesiones en el ojo

Algunas lesiones oculares podrían dañar los músculos o nervios relacionados con el control del iris y la pupila, ocasionando lo que se conoce midriasis traumática, la que se acompaña de otros síntomas, como dolor, fotofobia, molestias al leer o enfocar por mucho tiempo.

Se suele presentar en un solo ojo, que es el que se ha lesionado. Mientras, el otro dilata y contrae con normalidad.

Traumatismo craneal o cerebral

La midriasis también se presenta en personas que han tenido lesiones cerebrales traumáticas que ejercen presión, afectando el funcionamiento del sistema ocular. Puede ser unilateral o bilateral.

Según las investigaciones, una midriasis bilateral duradera, con ausencia de reflejo de luz en la pupila tras una lesión cerebral traumática grave, se considera un signo de daño irreversible.

Medicamentos

Diversos medicamentos pueden alterar el funcionamiento de las pupilas, desencadenando midriasis. Entre estos se incluyen los siguientes:

  • Atropina.
  • Anticolinérgicos derivados de la anterior, como el ipratropio.
  • Antidepresivos con efectos serotoninérgicos.
  • Escopolamina.
  • Anfetaminas.
  • Relajantes musculares.
  • Antihistamínicos.

Consumo de drogas

De acuerdo con los estudios sobre el tema, drogas como la cocaína, las metanfetaminas, el éxtasis y el LSD tienen efecto sobre los receptores de serotonina. Por ende, también afectan el funcionamiento de los músculos del ojo.

Otras causas

Niveles altos de oxitocina, así como la exposición a algunas especies vegetales que contienen escopolamina y atropina (la belladona o la hierba de Jimson), pueden desencadenar midriasis de leve a moderada.

Enfermedades asociadas con la midriasis

Una midriasis en un solo ojo, que se hace permanente o se presenta frecuentemente y acompañada de otros síntomas, como dolor de cabeza, visión borrosa o doble, pérdida de visión o sensibilidad, es un posible signo de algunas patologías. Las más relevantes son las siguientes:

  • Migraña: según las investigaciones, las migrañas pueden causar midriasis unilateral temporal, por hiperactividad del sistema simpático o hipoactividad del parasimpático.
  • Neuropatía: cuando se afecta el tercer par craneal (nervio motor ocular común), la pupila puede quedar fija en estado de dilatación, por paralización del esfínter del iris.
  • Lesión del trigémino: este nervio se vincula con el control de ciertas partes del rostro. Al verse afectado, por ejemplo por un traumatismo, además de parálisis, dolores y otros síntomas, hay midriasis.
  • Síndrome de Claude-Bernard-Horner: en este síndrome, una pupila se muestra contraída o hay diferencia en el tamaño de las dos pupilas (anisocoria).
  • Patologías oculares: si la afección no es neurológica, entonces la midriasis podría ser causada por alguna lesión del ojo, por glaucoma o por isquemia del iris.
  • Un tumor o un edema cerebral: así como un accidente cerebrovascular también.

Diferentes tipos de midriasis

La mayoría de los casos de dilatación pupilar no son de gravedad; aunque puede estar asociada con algunas enfermedades. En líneas generales, hay distintos tipos de midriasis:

  • Fisiológica: es la respuesta pupilar normal ante la poca o baja luz.
  • Bilateral: como su nombre lo indica, se presenta en ambos ojos. Puede ser una reacción pupilar al consumo de drogas o alcohol, a una intoxicación por alimentos, o enfermedades como la meningitis.
  • Unilateral benigna: se caracteriza por una asimetría en la que una sola pupila está dilatada y la otra no. Si su aparición es ocasional, puede estar asociada con migrañas o con algún problema del sistema parasimpático.
  • Unilateral fija: también se presenta en un solo ojo. Si se hace fija o permanente, es señal de posibles lesiones cerebrales.
  • Arreactiva: se refiere al hecho de que las pupilas se dilatan, pero no se contraen al recibir una luz intensa. Se produce cuando hay daño cerebral, paro cardiorrespiratorio o coma.

Tratamiento de la midriasis

En la mayoría de las ocasiones, la dilatación pupilar desaparece por sí sola al poco tiempo. De necesitarse, el tratamiento de la midriasis dependerá de la causa y será establecido tras la correspondiente evaluación por parte del especialista.

Es común que no se requiera intervención quirúrgica, salvo cuando hay parálisis del tercer par craneal. Y esto solo se recomienda si no se evidencia mejoría en un lapso de 6 meses.

Lo mismo aplica en el glaucoma por cierre angular. En esta situación, la intervención consiste en una iridotomía con láser, que se considera un procedimiento quirúrgico rápido, sencillo y con menos riesgo que la iridectomía.

Ante la duda, consultar si persiste la midriasis

La midriasis no es una afección muy común y rara vez resulta peligrosa. Personas propensas a sufrir migrañas presentan un mayor riesgo de dilatación pupilar, aunque los episodios son poco frecuentes (dos o tres veces en un mes) y duran pocas horas.

Ahora, si además de la dilatación se presentan otros signos, como visión borrosa, dolor ocular o de cabeza, se debe acudir al médico para descartar alguna lesión ocular o una patología que afecte el cerebro. El especialista realizará las pruebas correspondientes.

Se puede medir la apertura con un pupilómetro automático. De esta manera, se evalúa cómo responde la pupila a la luz. En caso de requerirse algún tratamiento, el médico lo indicará.

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