Causas y factores de riesgo de la ptosis o párpado caído

Los párpados son estructuras móviles y pares que recubren los globos oculares, participando en la protección de la conjuntiva y la córnea. Pueden perder su movilidad o descender de forma anormal dificultando la visión. ¿Te interesa conocer acerca de la ptosis o párpado caído? A continuación te contamos.

Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud

La ptosis palpebral, blefaroptosis o párpado caído es una condición que se caracteriza por el descenso patológico de uno o ambos párpados superiores. Se puede manifestar en ambos sexos, sin distinción de edad o grupo etario, siendo los adultos mayores lo más afectados. Además, la caída puede ser leve y poco diferenciable o severa, con bloqueo del campo visual.

Por lo general, se produce ante la debilidad del músculo encargado de mover el párpado, así como por lesiones en las vías nerviosas o por pérdida de la elasticidad de la piel que forma el pliegue palpebral. A pesar de que el párpado caído no puede ser prevenido, el abordaje médico y quirúrgico temprano de esta afección permite evitar las complicaciones.

Causas y factores de riesgo de la ptosis o párpado caído

Existen varias situaciones o patologías que promueven el desarrollo la ptosis palpebral. Estudios afirman que su origen puede ser congénito o adquirido, siendo el envejecimiento la causa más frecuente.

De igual forma, el párpado caído es resultado de las siguientes alteraciones:

  • Aponeurótica: se produce ante el estiramiento continuo y la pérdida de fuerza del músculo elevador del párpado. Esta es una de las causas más comunes de párpado caído y se asocia a la vejez, al uso prolongado de lentes de contacto rígidos y al frotado recurrente de los ojos.
  • Neurogénica: es resultado de la lesión o compromiso de las vías nerviosas que controlan el movimiento del párpado. En estos pacientes, la afección ocurre a nivel del tercer par craneal o nervio oculomotor común. Es un signo frecuente en el síndrome de Horner, la miastenia gravis y la parálisis facial.
  • Miogénica: se asocia a patologías sistémicas que promueven la debilidad y distrofia muscular progresiva. Por tal motivo, el músculo elevador del párpado no cumple su función de forma adecuada.
  • Mecánica: es consecuencia de un aumento de volumen a nivel del párpado, ya sea por una masa, un quiste o un tumor.
  • Traumática: se desarrolla producto de una lesión externa a nivel del globo ocular. El traumatismo puede afectar de forma directa el músculo, las vías nerviosas, la aponeurosis o una combinación de las anteriores.

En los recién nacidos, el párpado caído puede ser resultado de un defecto congénito o de un trastorno de desarrollo intrauterino. En estos casos es vital el abordaje temprano para evitar complicaciones a largo plazo, como lo es el ojo vago o ambliopía.

Miastenia gravis.
La miastenia gravis es una condición que se caracteriza por este síntoma.

¿A quien puede afectar?

Por lo general, la ptosis palpebral afecta a hombres y mujeres por igual, pudiendo presentarse en cualquier momento de la vida. No obstante, su aparición es más común en las personas de la tercera edad.

De igual forma, esta afección se asocia a las siguientes condiciones:

  • Orzuelo o chalazión.
  • Tumor palpebral.
  • Cirugía ocular correctiva previa.
  • Diabetes mellitus.
  • Distrofia muscular.
  • Enfermedad cerebrovascular.
  • Parálisis de Bell.

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Síntomas y signos asociados al párpado caído

La manifestación clínica más evidente de la ptosis es el párpado superior caído que puede cubrir de forma parcial o total el ojo. El grado de descenso varía de leve a severo, además de poder ser unilateral o bilateral.

Algunas investigaciones afirman que la forma unilateral es la más común, sobre todo del ojo izquierdo. De igual forma, es frecuente la presentación de los siguientes síntomas:

  • Sensación de peso o presión sobre el globo ocular.
  • Lagrimeo constante.
  • Ojos secos.
  • Reducción del campo visual.
  • Inclinación recurrente de la cabeza hacia atrás para ver mejor.

En algunas personas la manifestación de párpado caído suele confundirse con la dermatocalasia. La misma es un trastorno del tejido conectivo que se caracteriza por una formación excesiva de pliegues de piel en el párpado superior.

Posibles consecuencias

La principal complicación del párpado caído es la pérdida de la capacidad de ver de forma adecuada a través de uno o ambos ojos. En los adultos puede obstaculizar totalmente la visión y afectar la realización de las actividades diarias.

Por otro lado, la ambliopía es un trastorno de la maduración visual que suele afectar a los escolares. En este sentido, la ptosis promueve un bloqueo de la entrada de luz a través de la pupila. De igual forma, estudios sugieren que otras afecciones refractarias, como el estrabismo y el astigmatismo, contribuyen a la ambliopía por ptosis.

¿Cuándo buscar ayuda médica?

Por lo general, el párpado caído sin causa externa aparente suele ser signo de alguna patología o condición de base. Por tal motivo, es vital buscar atención médica lo antes posible ante el inicio del descenso palpebral acompañado de molestias oculares y lagrimeo continuo. Además, la reducción de la capacidad visual suele ser un síntoma de alarma que requiere abordaje oportuno.

Por otro lado, se debe acudir con un profesional de salud inmediatamente si la ptosis inicia posterior a un traumatismo. Por lo general, los eventos traumáticos suelen comprometer estructuras nerviosas muy delicadas y asociarse a daño en otros tejidos.

Pruebas de diagnóstico

El oftalmólogo es el especialista encargado de abordar las lesiones o enfermedades oculares. El médico debe proceder a la exploración física completa y a la realización de la historia clínica para identificar la causa directa de la caída del párpado.

El examen neurológico de los pares craneales y la evaluación osteoarticular son indispensables para confirmar o descartar lesiones nerviosas o afecciones musculares. De igual forma, se puede realizar un examen de fondo de ojo durante la exploración médica en busca de alteraciones a nivel del nervio óptico y el parénquima retiniano.

Por otro lado, es frecuente que se soliciten análisis de sangre y estudios de imagen que ofrezcan un perfil más amplio de la afección. En este sentido, la resonancia magnética y la tomografía computarizada facilitan la identificación de eventos cerebrovasculares y tumoraciones cerebrales.

La prueba de Tensilon ® es otra herramienta útil en el diagnóstico de la ptosis palpebral. La misma consiste en la administración parenteral de edrofonio, un medicamento que mejora la contracción muscular al inhibir a la enzima acetilcolinesterasa. El médico explorará si el fármaco mejora el párpado caído y la debilidad muscular.

Tratamientos disponibles para la ptosis o párpado caído

El tratamiento del párpado caído depende de la afección subyacente y de la gravedad de la misma. En este sentido, la corrección palpebral puede realizarse mediante métodos convencionales o procedimientos quirúrgicos. La mayoría de los pacientes requieren cirugía.

No quirúrgico

En la actualidad, las muletas de ptosis son uno de los métodos no invasivos más efectivos en el manejo del descenso palpebral. Las mismas suelen integrarse en los anteojos del paciente y su función es sostener al párpado, aumentando el campo visual. Estas requieren que sean ajustadas por el oftalmólogo.

De igual forma, se puede indicar la administración de vitamina B12 en algunas personas con alteraciones neuromusculares. La sustancia favorece a la recuperación nerviosa y puede mejorar los casos adquiridos de ptosis neurogénica.

Quirúrgico

La cirugía es el método de elección en los estadios avanzados de ptosis o cuando se asocia a pérdida de la visión. El procedimiento consiste en la reparación y levantamiento del párpado afectado, adaptándolo a una posición óptima. De esta manera, se mejora de forma rápida la estética y el campo visual.

Por otro lado, puede recomendarse el acto quirúrgico en niños con ptosis congénita como tratamiento preventivo para la ambliopía. Sin embargo, se asocia a efectos adversos como párpados asimétricos, inmovilidad del párpado y sequedad ocular.

Estilo de vida y proyección ante un párpado caído

Por lo general, la ptosis palpebral no suele afectar la salud general del paciente, más allá de ser un problema estético. No obstante, la rápida progresión de esta alteración y la falta de tratamiento pueden comprometer la capacidad visual. En estos casos, el pronóstico depende de la causa de base que lo origina y de la gravedad.

La corrección por cirugía suele ofrecer resultados satisfactorios en la mayoría de los pacientes. Es importante tener en cuenta que este procedimiento no está recomendado para los adultos mayores, debido a las complicaciones asociadas. Además, existen otros métodos de medicina tradicional, como la acupuntura y los ejercicios de fortalecimiento ocular, que permiten aliviar la sintomatología.

Una afección que no debe ser subestimada

El párpado caído suele manifestarse de forma paulatina con cambios poco notorios en la mucosa ocular y en la capacidad visual. Esta situación favorece que pase desapercibido, sobre todo en las personas de edad avanzada. No obstante, la ptosis palpebral también puede presentarse como resultado de una lesión neurológica o un derrame cerebral.

Por tal motivo, hay que buscar atención profesional inmediata en caso de que esta afección se acompañe de pérdida de fuerza en las extremidades, convulsiones, desviación de la expresión facial y alteraciones del habla. El abordaje temprano podría hacer la diferencia.

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