25 de noviembre de 2024 3:36 PM

Castillo, acusado de corrupción, es enviado a prisión preventiva por 36 meses

El juez supremo peruano Juan Carlos Checkley impuso este jueves 36 meses de prisión preventiva para el expresidente Pedro Castillo, quien ya se encuentra en prisión por su fallido autogolpe de Estado, mientras lo investigan por un caso de corrupción.

Durante una audiencia virtual, Checkley dijo que la medida era «idónea» porque «no se trata de un juicio común, sino uno que reviste alta peligrosidad». Explicó que el exmandatario, detenido por 18 meses de prisión preventiva por el autogolpe, ha incurrido en obstaculización de la Justicia mediante el amedrentamiento de testigos, que ha llegado incluso a la misma fiscal general, Patricia Benavides.

En tal sentido, el magistrado dijo que Castillo enfrenta una probable pena de 32 años de cárcel por los presuntos delitos de organización criminal, tráfico de influencias y colusión.

La prisión preventiva contra el exmandatario responde a la presión que ejerció para la designación de un funcionario sin el perfil técnico como gerente general de la estatal Petroperú. Así como la cancelación de un concurso internacional para la compra de biodiésel y su adjudicación a una empresa específica.

Igualmente, el nombramiento del exministro de Transportes y Comunicaciones Juan Silva, prófugo de la justicia, con la supuesta intención de copar ese ministerio con funcionarios afines que faciliten «direccionar los proyectos» de infraestructura, a cargo de esa cartera.

De la misma forma, el juez citó los dos millones de soles (medio millón de dólares) que la empresaria Karelim López dijo que entregó a Castillo, a través de sus asesores en Palacio de gobierno, para favorecerse con una adjudicación de obras públicas.

Participación clave

Checkley afirmó que «Castillo tuvo una participación clave» en estas «conductas ilícitas».

Respecto al peligro de fuga y arraigo de Castillo, el juez supremo precisó que la detención del expresidente, en diciembre pasado, se produjo «cuando pretendía asilarse en la embajada de México». Esto se corroboró por las declaraciones públicas del embajador en Lima y del propio presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

A la esposa y los dos hijos menores de Castillo los recibió López Obrador y recibieron asilo en ese país, horas después del fallido golpe de Estado.

Sobre el arraigo, el magistrado recordó que Castillo no tiene domicilio real actual. Además, no se puede considerar al penal de Barbadillo, donde está recluido desde diciembre, como su domicilio actual, como pidió su abogado.

Castillo niega imputaciones

En la diligencia anterior, del pasado martes, Castillo negó «rotunda y categóricamente» que sea autor y forme parte de una organización criminal conformada durante su gobierno (2021-2022). La cual se trata de una acusación de la Fiscalía al argumentar su pedido de 36 meses de prisión preventiva en su contra.

«Niego rotunda y categóricamente que soy autor y formé parte de una red criminal. El único delito que he cometido es servir a mi país como presidente de la República», señaló Castillo en una audiencia virtual convocada por el juez Checkley.

«No he cometido ningún delito, señor juez, el Perú sabe, el pueblo sabe, que hoy en día quienes han hecho la acusación constitucional también en todo caso serían parte de esta presunta organización criminal, porque pasaron en su mayoría en las oficinas del despacho presidencial», señaló.

Rechazó que la petición fiscal se sustente en un posible peligro de fuga cuando, según dijo, se encuentra «en un penal de alta seguridad» y que no tiene arraigo familiar. Esto debido a que su esposa y sus hijos están asilados en México.

«Acá no hay peligro de fuga, mi arraigo domiciliario hoy es este lugar (la prisión)», reiteró. Asimismo, dijo al juez que «tiene que demostrar que está del lado del pueblo no del lado de los enemigos».

El Ministerio Público también solicitó 36 meses de prisión preventiva para los exministros de Transportes y Vivienda Juan Silva Villegas y Geiner Alvarado López, respectivamente.

Silva, quien está prófugo de la Justicia desde el año pasado, se le acusa del delito de organización criminal y colusión simple. Mientras que a Alvarado se le señala como presunto autor del delito de organización criminal.

Con información de EFE

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