Leonid Volkov, jefe de equipo del líder opositor ruso Alexéi Navalni, recientemente muerto en una prisión rusa, denunció haber sido víctima de una agresión con un martillo cerca de su domicilio en Vilna, capital de Lituania, de la que acusó directamente al presidente ruso, Vladímir Putin.
«Quisieron hacer de mí un bistec. Con un mazo para la carne una persona en el patio de la casa, en el suelo, me golpeó unas quince veces en una pierna. La pierna por alguna razón quedó entera», dijo en un vídeo publicado en su cuenta de Telegram.
Dijo no estar preparado de momento para hacer comentarios, «aparte de que es evidente que se trató de un saludo criminal, típico, característico de Putin, del San Petersburgo criminal».
«Vladímir Vladímirovich (patronímico de Putin), también te envío saludos», añadió.
Respecto a las lesiones, señaló que le duele al caminar, pero que le han dicho que no hay fractura, aunque sí se rompió el brazo.
«Ya pasará. Lo más importante es que vamos a trabajar y no nos vamos a rendir», afirmó.
En tanto, el ministro lituano de Exteriores, Gabrielius Landsbergis, se refirió en su cuenta de X a «las noticias sobre la agresión de Leonid», que calificó de «impactantes».
«Las autoridades competentes están trabajando. Los autores tendrán que responder por su crimen», escribió.
Según medios locales y el propio relato de Volkov sobre el ataque, fue golpeado varias veces con un martillo y sufrió la rotura de un brazo y los agresores también le rociaron con gas.
El estrecho colaborador de Navalni lleva tiempo viviendo en Lituania.
La noticia del ataque a Volkov fue la principal noticia en los medios de comunicación lituanos este miércoles, con fotos de la policía y vehículos de emergencia cerca del lugar del incidente y de Volkov en su cama del hospital.
Con información de EFE