Bajos Instintos cambió para siempre la carrera profesional de Sharon Stone al catapultarla a la categoría de estrella de cine y convertirla en el arquetipo de mujer fatal que llevaría en la gran pantalla durante la década de los 90.
Sin embargo, a nivel personal la fama le acabó saliendo muy cara porque aquel papel en concreto jugó en su contra durante su divorcio de Phil Bronstein en 2004.
La actriz asegura que fue víctima de un abuso claro por parte del sistema durante el juicio posterior en el que se decidía quién se quedaría con la custodia del único hijo que habían adoptado en común, Roan, que ahora ya tiene 22 años.
“El juez le preguntó a mi hijo, a mi niño pequeño, si sabía que su madre hacía películas sexuales”, recordó en el podcast ‘Table for Two With Bruce Bozzi’. “Se juzgó qué tipo de madre era solo porque había hecho esa película. Hoy en día la gente se pasea desnuda en las series de televisión y no pasa nada, y en mi caso bastó con 16 segundos de un posible desnudo mío para que perdiera la custodia de mi hijo”.
Con información de Quién
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