El Gobierno de Venezuela consideró este miércoles «muy difícil» establecer cooperación con la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), luego de que el jefe de ese despacho, Volker Türk, denunciara un aumento de la persecución política en el país, de cara a las presidenciales del 28 de julio.
«Muy difícil establecer alguna cooperación técnica con la oficina del Alto Comisionado, mientras persistan en su posición parcializada de protección al extremismo de derecha que pretende seguir cercenando los derechos de los venezolanos», expresó en X el ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil.
A su juicio, el llamado de atención de la ONU, en el que alertan de un «aumento de las restricciones al espacio cívico» en Venezuela en el marco de la carrera por la Presidencia, es un signo de la «instrumentalización del Consejo de Derechos Humanos», donde Türk presentó su actualización sobre la situación del país.
Venezuela consideró que las organizaciones que criticaron al Gobierno en el debate del Consejo, celebrado en Ginebra, son representantes «del fascismo venezolano» y actúan «como comando de campaña de los apellidos», como llama el presidente Nicolás Maduro a los líderes de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), el mayor bloque opositor.
A mediados de febrero, Maduro suspendió las actividades de la Acnudh en Venezuela y ordenó la expulsión de sus 13 funcionarios internacionales, una medida que se dio por revertida a finales de abril, cuando el mandatario volvió a invitar al alto comisionado al país.
Sin embargo, y pese a «señales positivas», la oficina no se ha reabierto en Caracas.
Entre lo remarcado este miércoles en la sesión del Consejo de DDHH, Türk dijo que, en el último año, su institución ha documentado un incremento de «las amenazas, el acoso y los asaltos contra actores de la sociedad civil, periodistas, sindicalistas y otras voces críticas».
Con información de EFE
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