22 de noviembre de 2024 2:30 AM

Venezuela busca diversificar sus ingresos con la exportación de gas natural

Por Yaniuska Briceño

Venezuela, el país con las mayores reservas de petróleo del mundo, atraviesa una grave crisis económica y social. La cual ha afectado severamente a su industria petrolera. La producción de crudo ha caído a mínimos históricos. La infraestructura está deteriorada y las sanciones internacionales han limitado el acceso a los mercados y a la financiación. Ante este panorama, el Gobierno de Nicolás Maduro ha buscado alternativas para generar ingresos y aliviar la escasez de combustibles que sufre el país.

Una de estas alternativas es la exportación de gas natural, un recurso que Venezuela posee en abundancia pero que ha desaprovechado hasta el momento. Según el presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), Pedro Tellechea, Venezuela tiene la cuarta reserva de gas del mundo, con más de 50 bloques en el norte costero del país. Sin embargo, la mayor parte de este gas se quema o se reinyecta en los pozos petroleros.

Para cambiar esta situación, el Gobierno ha emitido una licencia a las operadoras energéticas internacionales Repsol, de España, y Eni, de Italia. Para, explotar condensados y exportar gas natural venezolano a los mercados europeos. Estas dos compañías llevaban tiempo esperando que se concretara la oportunidad de invertir. Y, habían mostrado su interés por aumentar el volumen de sus operaciones en el país. El acuerdo traería nuevos componentes al mapa energético europeo en el contexto de la crisis por la guerra en Ucrania y la dependencia del gas ruso.

El plan de Repsol y Eni pasa por retomar su trabajo en el proyecto Cardón IV, denominado Proyecto Perla, en el Golfo de Venezuela, que tiene enormes posibilidades y que ya viene aumentando la capacidad de sus operaciones en los últimos meses. Se prevé que ambas corporaciones profundicen su producción de gas en Cardón IV “a plena capacidad”. Que es de unos 1.300 millones de pies cúbicos (y que en este momento está en 580 millones de pies cúbicos). La inversión necesaria procederá de las dos multinacionales.

El gas venezolano llegaría a Europa gracias a una planta de recuperación de condensado. Y, a través de Trinidad y Tobago, que jugaría un papel protagonista en la exportación. El acuerdo con Repsol y Eni es el segundo en importancia que logra la administración de Maduro. Después de la extensión de la visa a Chevron, operadora estadounidense cuya producción está salvando parcialmente las arcas de la República.

Los nuevos movimientos pueden representar un nuevo alivio en las cuentas del Gobierno de Maduro y quizás podría intervenir positivamente en el comportamiento del Producto Interno Bruto de este año. Sin embargo, también implican una mayor apertura política y económica del Gobierno, que ha tenido que flexibilizar algunas condiciones para atraer inversiones extranjeras.

Además, el proyecto gasífero no está exento de riesgos y desafíos, como la inestabilidad política interna, las sanciones internacionales, la falta de mantenimiento y seguridad y la competencia con otros proveedores.

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