Cuatro familiares con covid-19, cero ahorros y un sistema de salud colapsado: a Gabriela Rodríguez no le quedó más opción que pedir dinero por una plataforma en línea, una práctica cada vez más común en este país en crisis y golpeado por sanciones.
Por: El Espectador de Caracas con información de France 24
«Esto ha sido una pesadilla, un horror», cuenta a la AFP Rodríguez, de 31 años. «Tuve que empeñar mi carro (…), que recurrir al GoFundMe», una plataforma de micromecenazgo muy popular en el país.
De no ser por estas ayudas, estaría «enterrando a mi mamá ahorita», logra articular antes de que se le quiebre la voz.
Venezuela atraviesa una segunda ola del covid-19, que las autoridades aseguran es «más virulenta» y vinculan con variantes brasileñas.
El gobierno reconoce unos 165.000 casos y casi 1.700 muertos, números que oenegés como Human Rights Watch han cuestionado al considerar que existe un elevado subregistro.
Conseguir cupo en un hospital público es cada vez más difícil y los precios en las clínicas privadas, de 1.000 a 3.000 dólares diarios, son inalcanzables para la mayoría en este país en recesión y donde el sueldo mínimo no llega a un dólar.
Hay quienes piden directamente en redes sociales insumos como bombonas de oxígeno, medicamentos, ampollas, disponibles en dólares, la moneda de facto ante la brutal depreciación del bolívar local y al que no todos tienen acceso.
Ya antes de la pandemia, muchos venezolanos pedían contribuciones por internet para un sinfín de causas, pero desde que despuntó la pandemia las redes se han inundado de pedidos de ayuda.
«No hay otro mecanismo sino ese. Es GoFundMe o morirse», dice María Angelina Castillo, que abrió su campaña al inicio del confinamiento por la pandemia, pero para tratar un cáncer de piel que le diagnosticaron en febrero de 2020 y que hizo metástasis en su nariz, ganglios e hígado.
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