A partir de las 12 am del miércoles, la basílica de Santa Teresa y Santa Ana, abrió sus puertas a los devotos del Nazareno, quienes como ya es tradicional acudieron con la finalidad de cumplir con sus promesas y dar las gracias, ante la imagen que data del siglo XVII y cuya autoría se le atribuye al escultor Felipe de Ribas.
Con la cruz a cuestas, descalzos, en sillas de ruedas, en muletas, andaderas, vestidos de morado, llegaron los feligreses desde la madrugada a hacer su cola para entrar al templo. Unos cuantos relatando haber sido bendecidos con algún milagro, otros con la fe y la determinación que recibirán los favores del santo.
De todas las edades y provenientes de diversas zonas del territorio nacional, se pudo observar una gran multitud en orden y visiblemente conmovida, siguiendo las instrucciones para entrar a la basílica.
En la parte interna del templo, cada hora se estableció desarrollar una misa, previéndose 11 en total. Las mismas fueron conducidas por diversos párrocos de la ciudad capital, entre ellos Arlim de Sousa, el responsable de la basílica. La última liturgia fue fijada para las 5 y 30 pm y será ofrecida por el Cardenal Baltazar Porras.
El pasado martes, la feligresía como ya es tradicional se acercó a las puertas para entregar orquídeas para adornar al Nazareno. En esta oportunidad se logró obtener 5 mil en total.
Con información de Últimas Noticias
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