Un migrante venezolano fue asesinado en el distrito de Villa El Salvador, en Perú, luego de tener problemas con otras personas que lo asfixiaron.
El hombre, identificado como Robinson José Salas Gil, tenía 27 años de edad y trabajaba como colector de autobús.
La Policía de Perú informó que la víctima estaba atada de manos y pies, envuelto en papel envoplast y dentro de una bolsa de mercado, reseñó Trome.
Las autoridades indicaron que al cadáver lo lanzaron desde una miniván, que ya está identificada.
El hallazgo del cadáver ocurrió el pasado 27 de mayo. Los tatuajes que tenía en la mano y en el brazo permitieron que su hermana Rosmary Salas y su pareja Meriyen González lo identificaran en la morgue de Lima.
El medio peruano señaló que el hombre dejó un hijo.
En una imagen difundida por Throme, medio que cubrió el levantamiento del cadáver, se observa a varios funcionarios forenses y a oficiales de la policía de ese país, dos de ellos sosteniendo una sábana para tapar la escena.
Se desconocen los problemas que Salas Gil pudo haber tenido con las personas que le causaron la muerte.
En Perú con frecuencia ocurren dantescos crímenes contra venezolanos ocasionados por venezolanos. Un hecho que causó conmoción fue el asesinato de una adolescente venezolana de 15 años de edad y, aunque el crimen ocurrió en agosto del año pasado, apenas en abril se conoció la nacionalidad de la víctima porque su madre pudo viajar a ese país y reconocer el cuerpo.
En días recientes se conoció la captura de dos venezolanos, Adorfredo Alberto García Sánchez, de 28 años de edad, alias Chacal, y Robert Luis Eduardo Urbina Vielma, de 23 años, por su presunta vinculación en el asesinato de dos mujeres connacionales.
Con información de El Nacional
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