La rusa Kamila Valíeva se quedó fuera del podio de patinaje artístico de Pekín 2022 y terminó cuarta después del programa libre, tras el que su compatriota Anna Shcherbakova se hizo con el oro, seguida de la también rusa Alexandra Trusova y de la japonesa Kaori Sakamoto.
Por: Espectador de Caracas con información de 800 Noticias
Valíeva, de 15 años, no pudo conservar la primera plaza que obtuvo tras el programa corto y cerró su actuación con el cuarto puesto de la clasificación final, con una puntuación hoy de 141,93 para un total de 224,09, en mitad de toda la polémica generada por su positivo conocido durante los Juegos.
La gran triunfadora hoy fue Shcherbakova, la campeona del mundo, que completó un magnífico ejercicio con el que logró 175,75 puntos (100 técnica y 75 ejecución) para una suma final de 255,95, después de haber sido segunda hace dos días en el programa corto.
La medalla de plata fue para la también rusa Alexandra Trusova, que partía de la cuarta posición y obtuvo la mejor nota del libre con 177,13 y una puntuación total de 251,73, y la de bronce para la japonesa Kaori Sakamoto con 153,29 y un total de 233,13.
A diferencia de hace dos días, cuando pareció patinar ajena a la presión y el ruido generado a su alrededor, Valíeva cometió hoy errores poco frecuentes en ella. De rojo y negro, fue la última en saltar al hielo y arrancó con un cuádruple «salchow» y un triple «axel» al ritmo del bolero de Ravel.
Luego, después de un triple lutz y un triple toeloop, empezaron los desequilibrios y la resta de puntos para la favorita para un oro que se diluyó con el quinto puesto en el libre y una cuarta posición final, a la espera del desenlace de su positivo. La campeona de Europa, salió de la pista entre lágrimas.
Antes de su actuación sus compatriotas Anna Scherbakova y Alexandra Trusova habían hecho méritos suficientes para subir a un podio, que solo se montó hoy en Pekín porque Valíeva quedaba fuera de él.
El COI decidió a principios de semana, después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) permitiera a la rusa seguir en la competición, que en caso de que ganara medalla la ceremonia de entrega no se celebraría en Pekín y se buscaría una forma ‘digna’ de premiar a las tres primeras cuando el caso esté resuelto.
Finalmente y con Valíeva fuera, el Comité Olímpico ruso copó los dos primeros puestos. Anna Shcherbakova se colgó la medalla de oro, Alexandra Trusova la de plata y la japonesa japonesa Kaori Sakamoto la de bronce.
Shcherbakova, vigente campeona del mundo que partía desde la segunda posición tras el corto del martes (80,20), completó un ejercicio con una técnica impecable en el libre, al son de «Ruska», que le otorgó una puntuación de 175,75 para sumar un total de 255,95.
Antes Alexandra Trusova, con un original programa al son de «Cruella» había obtenido la mejor nota con 177,13, para lograr un total de 251,73, partiendo de la cuarta posición tras el programa corto.
La japonesa Kaori Sakamoto mantuvo la tercera posición que consiguió con su primera actuación y alcanzó el podio con 153,29 puntos hoy y un total de 233,13, en una final que pasará a la historia por los méritos deportivos de las participantes y por la incertidumbre del futuro de Kamila Valíeva.
Por la presencia anómala de Valíeva en competición, la federación de patinaje permitió que las clasificadas para el programa de hoy fueran 25, en lugar de las 24 habituales, de modo que la plaza de la rusa no fuera en perjuicio de nadie.
Valíeva ganó el oro el día 7 en la competición por equipos y un día después se conoció el resultado positivo de un control que se le efectuó el 25 de diciembre en su país.
La agencia antidopaje rusa (RUSADA) no notificó al laboratorio de Estocolmo, que analizó la muestra, que el control tenía carácter prioritario, por lo que el resultado se conoció ya en pleno Juegos y cuando la implicada se había colgado ya un oro.
La patinadora fue suspendida provisionalmente y, tras una serie de recursos, el TAS dictaminó que podía seguir en la competición. Su defensa alega que la sustancia prohibida que se halló en su orina, la trimetazidina, procede de la contaminación accidental con un medicamento con el que su abuelo se trata la angina de pecho. EFE