Según el Texto bíblico fundamental, el Señor estableció el tiempo exacto para consumar cada asunto del hombre. Aunque no lo reveló a nadie. Así que todo queda para que el hombre disponga cuando hacerlo. O desespere y acepte su impotencia mirando como su ruina moral lo quiebra. O tome el pulso de su ira y vaya a recuperar el camino de la dignidad y la justicia que corresponde.
Esto deberá hacerlo en la fecha que impone el día de su ira. Y proceda al juicio que condene enviar a las llamas eternas a quienes corresponda juzgar: rateros, y apátridas y traidores y reparta sus restos en baño de cal como escoria. De esta forma devolvernos un poco de la dignidad que hemos ido desperdigando por la la falta de pasión.
Será etapa de reivindicación y signo que declare un estadio donde podamos habitar otra forma de vivir.
Solo así obtendremos carta de vigencia humana. Cuando le demos cauce y sentido vital a la ira. Emoción, que se aplicará, ad eternum, como medio para decidir estrategias y formas de accionar en política.
Creo que nuestro nuevo año 2022 al nacer está señalando a la ira y la mucha indignación como su signo. Impensable, hasta la mediática lo indica y con fuerza nos exige seguir su señales.
Cuál sentimiento, que no sea la ira, puede despertar esa infausta noticia: “La AN tiene las pruebas de los robos de Guaidó, cada minuto el ex diputado y su equipo se embolsillan $1600 del erario público”.
Uno se pregunta, ante esa horrible y contundente juicio, ¿qué mas hace falta para que las instituciones que ostenta el poder real, actúen?
No hay forma de obviarlo, aunque Nicolo Tomasseu, periodista italiano, diga que la ira ofusca la mente. Pero igual advierte, que “ella hace transparente el corazón”. Sobre todo cuando compromete a esa categoría social llamada pueblo cuya emociones, tienen sus tiempos bien marcados y de pronto pueden perder el control, pero igual ganar dignidad. Los casos actuales de ira popular, las hemos visto en Chile, Colombia, Perú, y ahora se asoma en Brasil. Igual advierte Esquilo “La voz de un pueblo es peligrosa cuando está cargada de ira.”
Si una Asamblea se atreve a declarar, es que tienen pruebas, sostenibles en cualquier tribunal, entonces que se espera para enjuiciar a esa caterva de delincuentes. O será que se espera que el Biden o su Depto. de Estado los autorice.
