Las sociedades industriales tienen un único fin, morderse unas a otras en guerras por el predominio comercial.
La fiebre capitalista siempre ha existido, pero en este momento llegó a niveles de locura.
Anunció Mark Twain: Oración a la Guerra: “Ayúdanos a ahogar el trueno de sus cañones con los chillidos de sus heridos, que se retuercen de dolor. Ayúdanos”. Remata: “Las flotas de guerra del mundo podrían navegar con espaciosa comodidad en la sangre inocente que han derramado”.
A pesar de ello, la literatura ilustra sobre el cinismo con que los lideres bautizaron alegremente sus guerras: “Pasteles”; “Ópio”; “Días”; “100 Años”; “Emu”; “Fría”; “Barril”, “Oreja”, “Rosas”, “Futbol”, ”Cerdo”, mas los cien nombres de las que Estados Unidos inició desde 1945 a 2022.
Hoy para estar a tono con los “adelantos científicos” se anuncia guerra por el control de la miniaturización de las aplicaciones electrónicas, y los chips, surgen como causa bellis de la próxima contienda.
El escenario aunque lejano, nos ata a una nueva guerra. Nadie puede exceptuarse de ser afectado. Nuestros utensilios eléctricos y electrónicos cuentan para prestar sus servicios con una pieza única e insustituible: el chip. O tarjeta madre.
Cuestan, aprox $150. Mañana serán $600. ¿Y si hay guerra?
Se presume, su motivo, Taiwán. Hoy bajo asedio y sujeta a una presión militar de dos potencias. El objetivo el control de la producción de chips de Formosa. Que mercadea 75% de los semiconductores -chips y CPU- que se producen en el mundo. Sigue China con 10% y Holanda con 5%.
Sin duda la tendencia es la miniaturización. Y se exige en portátiles y celulares y equipos de guerra, que se comercializan mejor por su peso y tamaño.
Rango en el que Tmsc -taiwanesa- ha hecho adelantos inalcanzables. Hoy, la mas desarrollada del mundo.
Sigue a la cabeza de la miniaturización de los transistores. El tamaño de un chip, de 2 nanos, equivale al grosor de un cabello humano dividido por 20.000.
Tmsc tiene un presupuesto, de 28.000 millones de dólares. Tanto es su avance, que gigantes como Intel han decidido que le resulta más beneficioso contratar la fabricación de sus chips -CPU- a Tmsc.
Este clima anuncia una nueva guerra mundial. Así insurge alli la “Crazy”
Nancy Pelossi para demostrar su genética posición agresiva. Esto solo lo podría calmar el Tao. Dicen en el Llano: Agarren sus alpargatas que lo que viene es joropo.