22 de noviembre de 2024 2:14 PM

La trombofilia como factor de riesgo en la gestación: qué debes saber

Existen condiciones en las que hay una mayor predisposición para sufrir un evento trombótico, en especial en la circulación venosa. Debido a que este riesgo aumenta con la gestación, se ha propuesto investigar la influencia de la trombofilia en el embarazo. El objetivo de estos estudios es determinar los factores de riesgo implicados en tal vulnerabilidad.

En primer lugar, es necesario destacar que el término trombofilia engloba a aquellos trastornos que, de alguna manera, aumentan la capacidad de producir coágulos en la sangre. Estas afecciones pueden ser hereditarias o adquiridas (como el síndrome antifosfolipídico). Aunque no son muy frecuentes, ocasionan cuadros que requieren un manejo cuidadoso.

Trombosis y embolia: ¿qué significan?

Cuando un vaso sanguíneo se lesiona, se activan una serie de mecanismos que intentan reparar el daño, con el fin de prevenir una posible hemorragia. Todos estos fenómenos constituyen la hemostasia. En resumidas cuentas, los elementos que circulan en la sangre se amontonan entre sí, cubriendo la lesión vascular.

Con ello, se conforma un coágulo, al cual se le denomina trombo. La adherencia del trombo a la pared del vaso se ve comprometida por la propia circulación sanguínea, existiendo el riesgo de desprenderse. Cuando esto ocurre, el coágulo pasa a llamarse émbolo, con la capacidad de circular por el torrente sanguíneo.

Por tanto, los términos trombosis y embolia hacen referencia a aquella patología en la que un coágulo ocluye un vaso sanguíneo. La diferencia entre ambos es que, en la trombosis, la oclusión ocurre en el mismo sitio donde se formó el trombo. Mientras que en la embolia, este se desprende y viaja por la circulación hasta obstruir el vaso.

Tromboembolismo y gestación

El embarazo es considerado un estado protrombótico. Esto es debido a las modificaciones hormonales que ocurren en el período de la gestación.

Por ello, algunos autores consideran de vital importancia establecer el riesgo de trombofilia de cada mujer durante su embarazo. La finalidad es prevenir cualquier complicación que surja de dicha predisposición.

Sin embargo, no existe un consenso al respecto y la perspectiva se ha modificado en los últimos años. En primer lugar, porque las trombofilias son, de por sí, patologías poco frecuentes en la población general como para protocolizar su investigación en cada mujer embarazada.

Por otro lado, los estudios con los que se cuenta hasta ahora tienen diversos límites. Esto evita que los resultados puedan ser aceptados como innegables. Del mismo modo, a medida que avanza el conocimiento, cambia la comprensión de las cosas. De hecho, es frecuente hallar conclusiones contradictorias entre algunas investigaciones.

Análisis de sangre en el embarazo.
Los análisis de rutina del embarazo no siempre dan indicios de trombofilia en la mujer gestante.

¿Hay alguna relación entre trombofilia y embarazo?

Diversas patologías del embarazo se han asociado a insuficiencia placentaria. Esto quiere decir que el flujo sanguíneo materno-fetal se ve comprometido de alguna forma, produciendo una complicación.

Entre las afecciones que se vinculan a alteraciones circulatorias se encuentran las siguientes:

Por esta razón, hay autores que consideran necesario sospechar la existencia de una trombofilia en pacientes con antecedente de alguna de estas complicaciones. La justificación para ello no está basada en una posible asociación entre ambas condiciones, sino en disminuir la incertidumbre de una mujer con malas experiencias previas.

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