Tratamientos para la leucemia linfoide aguda

La leucemia linfoide aguda es una enfermedad compleja que agrupa a un conjunto de enfermedades relacionadas. Los afectados presentan diversos subtipos de la misma y, por eso, el pronóstico puede ser diferente para cada uno de ellos.

Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud

La leucemia linfoide aguda es un tipo de cáncer que comienza en la médula ósea y que puede aparecer a cualquier edad. Su incidencia en niños y adultos es baja, de poco más de 1 por cada 100.000 casos. Pese a esto, es el tipo de cáncer más frecuente en los menores de 20 años.

Se define como un cáncer de las células hematológicas, en el cual existe un predominio de células inmaduras que son precursoras de los linfocitos. Ocurre cuando los linfoblastos se malignizan, dando lugar a un gran número de linfocitos inmaduros.

Aspectos generales del tratamiento

Mujer enferma en la cama de un hospital.
El tratamiento de la leucemia linfoide aguda se produce en varias etapas, incluyendo en ellas la administración de quimioterapia.

El principal objetivo en el tratamiento de la leucemia linfoide aguda es lograr la cura. Actualmente, muchos niños con esta enfermedad se curan. La tasa de curación en los adultos también se ha incrementado, al tiempo que se reducen las reincidencias.

El tratamiento puede incluir quimioterapia, terapia dirigida, trasplante de células madre o nuevos tratamientos en fase de estudio. El tratamiento clásico para la leucemia linfoide aguda consta de tres etapas:

  • Terapia de inducción. Es el primer ciclo de tratamiento con quimioterapia. Generalmente se inicia de inmediato, exige hospitalización y dura entre 4 y 6 semanas. Busca eliminar las células malignas y restablecer el nivel normal de las células sanguíneas.
  • Terapia de consolidación o intensificación. Se lleva a cabo cuando la enfermedad remite. El objetivo es impedir que reaparezca. Consiste en aplicar quimioterapia en ciclos, durante un lapso de 4 a 6 meses. Es posible que se indique trasplante de células madre.
  • Terapia de mantenimiento. Tiene el mismo objetivo de la fase anterior. Se realiza durante los 2 años siguientes a la remisión.

Tratamiento infantil de la leucemia linfoide aguda

Analista trabajando en una campana.
En la leucemia infantil, existe una estrecha vigilancia de los efectos que puede tener para la salud a largo plazo.

En el tratamiento de la leucemia linfoide aguda dirigido a niños se presta especial atención a los efectos secundarios y a los efectos tardíos. De ahí que los exámenes periódicos de seguimiento cobren gran importancia.

Los principales riesgos del tratamiento infantil son que a largo plazo se presenten los siguientes efectos:

  • Problemas del corazón, vasos sanguíneos, hígado, huesos o fertilidad.
  • Dificultades en el estado de ánimo, en el pensamiento, la memoria o el aprendizaje. El riesgo es mayor en los niños menores de 4 años, que reciben radioterapia dirigida al encéfalo.
  • Desarrollo de nuevos tipos de cáncer. Particularmente de tiroides, leucemia mieloide aguda y síndrome mielodisplásico.

El tratamiento puede incluir uno o varios métodos: quimioterapia, radioterapia (interna y externa), trasplante de células madre, terapia dirigida, terapia dirigida al sistema nervioso central y terapia de células T con receptores de antígenos quiméricos.

Para los niños que no responden al tratamiento, actualmente se ensaya un método de terapia dirigida con blinatumomab o inotuzumab. Así mismo, se avanza en nuevos estudios en torno a la terapia de células T con receptores de antígenos quiméricos.

Tratamiento en adultos

Paciente en quimioterapia

El principal riesgo en el tratamiento de la leucemia linfoide aguda en adultos es la reincidencia de la enfermedad. Este es el principal factor a prevenir y evaluar en la terapia de postremisión.

En el caso de los adultos, se emplean básicamente los mismos métodos que para los niños. Sin embargo, también se incluye la terapia biológica. Esta es un tratamiento en el que se emplea el propio sistema inmunitario del paciente para combatir la enfermedad.

Tanto los niños como los adultos pueden entrar a formar parte del ensayo clínico de nuevos tratamientos. Esto depende de si son pacientes aptos para ello. Siempre se debe preguntar por esta opción al médico tratante.

Más información de interés

Se estima que entre un 80 % y 90 % de los pacientes tiene remisiones completas después del tratamiento para combatir la leucemia linfoide aguda. Sin embargo, entre un 30 % y 40 % vuelve a presentar la enfermedad. La tasa de curación es más alta en los pacientes más jóvenes.

El seguimiento es muy importante en los pacientes que han sido tratados por leucemia linfoide aguda. Esto incluye exámenes físicos, pruebas de sangre y, eventualmente, pruebas de médula ósea. Siga rigurosamente las indicaciones del médico al respecto.

Después del tratamiento es conveniente que adopte un estilo de vida más saludable. Una mejor alimentación, equilibrio entre el ejercicio y el descanso y calidad de vida emocional son medidas más que recomendables.

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