Por ahí leí que el musculoso fiscal del régimen de Maduro le tiene preparada una bienvenida al Dr. Karim Khan, nuevo Fiscal de La Corte Penal Internacional. De ser cierta esa versión, se me ocurre que sería propicia la presencia de tan celebre visitante para que lo traigan a darse una vueltica por estos lares guariqueños “para que se mate con su propia vista”, como solía decir mi abuela Emelina.
Aquí podrá ver como el techo del hospital Israel RanuarezBalza, le cayó encima a los pacientes que estaban hospitalizados. Son cosas como diabólicas, nada que ver con la piedad de Cristo, porque ya bastante que vienen sufriendo esos enfermos, no solo por los dolores propios de sus quebrantos, sino porque en esos hospitales del Guárico sobran los pacientes pero faltan las medicinas y los equipos adecuados para sanarlos. Sería bueno que el señor Fiscal de la CPI confirme que todo lo que se ha denunciado como “exterminio de la salud”, es absolutamente cierto. Que sepa que eso que sucedió en el hospital de San Juan de Los Morros, es una muestra de todo cuanto acontece en la mayoría de los centros de salud del país, sencillamente porque los reales se los robaron, esos dólares entregados a los ministros de la “revolución” están en las cuentas bancarias de esa caterva de pillos y no en los quirófanos ni en las salas de hospitalización, ni en los centros maternos-infantiles. Así de sencillo.
El Sr. Fiscal de la CPI debería ser paseado por el ancianato“Francisco Martí” de la capital guariqueña para que llore junto con las decenas de ancianos con rostros famélicos que han fallecido y los que están al borde de la muerte, porque mientras están en campaña los señorones del régimen, en ese ente los seres humanos que lo dieron todo en su vida están a punto de perder lo que le queda de ella, de manera miserable.
Qué bueno sería que el señor Fiscal de la CPI hable con los productores agropecuarios de Calabozo, Zaraza, Valle de la Pascua, Altagracia, Tucupido y El Sombrero para que le echen los cuentos de las matracas de los policías y guardias nacionales que los expolian, o de las bandas delictivas que los secuestran y los extorsionan. Qué bueno sería que el señor Fiscal de la CPI trate de pasar por esas carreteras destartaladas que van de Guayabal a Cazorla, de El Socorro a Santa María de Ipire, de Valle de la Pascua a Espino, y de Las Mercedes a Cabruta, en las que resulta un suplicio transitar.
Ah, que vaya a las cárceles de San Juan para que escuche como se tortura a los presos políticos que por ahí han pasado. Que se reúna con la Sociedad Civil Guariqueña para que le expliquen como se atropella al pueblo cuando reclama por servicios tan básicos como el agua y el gas. Esas son las historias y de la vida real que debe conocer ese ilustre visitante.