El nudo que hoy aparece «gordiano» en el camino a la primaria lo creó y lo «tejió», a mi parecer, la Plataforma Unitaria Democrática, con la presión que hizo desde el mero principio de este proceso para convencer de que el «método virtuoso” para hacer la primaria era realizarla con el CNE. Y por eso, hoy día, sus candidatos y voceros defienden abiertamente «la seguridad, confiabilidad, mejor organización, mayor alcance público y celeridad» de una primaria hecha con el CNE, reflejando un llamativo fetichismo con las máquinas y una enorme desconfianza en la capacidad de organización de la gente, ignorando por otra parte que ¡el voto manual es el método de sufragio más utilizado en el mundo hoy día!

Tengamos presente que el Dr. Casal, presidente de la Comisión Nacional de Primaria (CNP), en la larga intervención que hizo el 15 de febrero cuando anunció públicamente el cronograma, ¡no mencionó en ningún momento al Consejo Nacional Electoral ni sus siglas!… ¡Se refirió a una primaria autogestionada!

Yo no temo una decisión o pronunciamiento del TSJ… ¡ha habido tantos! No olvidemos que, a pesar de su pronunciamiento en el caso de Barinas, se impuso la presión y la determinación de los barineses.

Lo que más temo es que la clase política, sus voceros e intelectuales, sigan presionando como lo están haciendo y que la CNP acepte los 12 puntos de la respuesta del CNE a su solicitud de asistencia técnica e incluso que triunfe la presión por una “revisión o reforma” del reglamento aprobado sobre sufragio de nuestros compatriotas en el exterior, suprimiendo sus derechos políticos. ¡Estamos ad portas de una decisión trascendental!

Asumamos que la primaria es un acto de rebelión frente al régimen y que sus otras ilegítimas instituciones, el TSJ, la Fiscalía, la Contraloría, tratarán de diversas maneras de impedirla, perturbarla o regularla…

¡Los ciudadanos tenemos la palabra!

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