Los casos nuevos de COVID-19 en Florida sumaron 10.431 este sábado. Tercer día consecutivo que superan los 10.000, y además se contabilizaron 91 muertes más. Lo que eleva los contagios y los decesos desde el 1 de marzo a 1.049.638 y 19.084, respectivamente.
Florida es uno de los tres estados de EE.UU. que ha sobrepasado el millón de casos acumulados, por detrás de California y Texas. Y el cuarto por número de muertes en esta pandemia, según la Universidad Johns Hopkins.
Mientras el gobernador Ron DeSantis, republicano y cercano al presidente Donald Trump, no habla del creciente aumento de los casos de COVID-19 y pone todas sus esperanzas en la vacuna. Las autoridades del sur de Florida, donde se localiza el epicentro de la pandemia en este estado, manifiestan su preocupación. Además, llaman a la población a seguir las reglas básicas para evitar contagios.
Según las cifras del Departamento de Salud de Florida, el condado de Miami-Dade acumula al día de hoy 241.051 casos. Y 3.896 muertes por la enfermedad del nuevo coronavirus.
Su vecino Broward suma 112.729 casos y 1.694 decesos.
La gran preocupación es que colapse el sistema sanitario. Aunque las consecuencias económicas y sociales de la pandemia también son un quebradero de cabeza para las autoridades municipales.
A día de hoy hay 4.343 personas hospitalizadas en Florida con COVID-19, de las cuales 761 en Miami-Dade y 441 en Broward. Un 20,95% de las plazas de unidades de cuidados intensivos en el estado están libres, según información actualizada de la Agencia de Cuidado de Salud de Florida (AHCA).
Las hospitalizaciones por COVID-19 desde marzo en Florida superan las 56.000.
La tasa de positividad en las pruebas cuyos resultados se conocieron hoy es del 7,32% y la de los últimos siete días de 8,17%.
La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, y los alcaldes de dos ciudades de ese condado instaron este sábado al Gobierno federal y al Congreso a aprobar “cuanto antes” un nuevo paquete de estímulo económico, ante la grave situación social existente en esta zona del sur de Florida por el COVID-19.
“Necesitamos ayuda más que nunca”, dijo Levine Cava. Quien indicó que la recibida antes fue un “salvavidas”, pero ya se agotó y, según datos estadísticos, Miami-Dade, con casi 3 millones de habitantes, de los cuales casi un 70% hispanos, es el área con mayor inseguridad alimentaria de todo el país.
Las negociaciones para un segundo paquete de estímulo económico avanzan en el Congreso, pero esta vez el plan bipartidista no incluiría cheques personales de 1.200 dólares como en el primero, según medios peridísticos.
Levine Cava, que padece COVID-19 y está en cuarentena, compareció virtualmente en una rueda de prensa que los alcaldes Francis Suárez, de Miami, y Dan Gelber, de Miami Beach, realizaron en persona en un punto de esta última ciudad donde hoy había un reparto gratuito de alimentos.