La polaca Iga Swiatek arrolló este domingo en la final del WTA 1.000 de Roma a la tunecina Ons Jabeur en dos sets, por 6-2 y 6-2, lo que le acredita como campeona del torneo italiano por segundo año consecutivo.
Por: El Espectador de Caracas / EFE
Swiatek mantiene su reinado en Roma. La número 1 mundial completó su brillante paso por la capital italiana con una final en la que también fue muy superior a su rival, flamante campeona del abierto de Madrid, a la que desesperó con sus precisos y potentes golpes para agenciarse su quinto WTA 1.000.
La primera tenista polaca de la historia en ganar un ‘Grand Slam’, Roland Garros en 2020, no cedió ni un solo set en su camino a la final del Foro Itálico. Y tampoco lo hizo ante la tunecina.
Jabeur llegó a la final en buena dinámica tras vencer en Madrid. En Roma sufrió ante la griega Maria Sakkari y la rusa Daria Kasatkina para estar en su segunda final de WTA 1.000 consecutiva, pero reforzada por haber podido rehacerse en ambos partidos. Sin embargo en la final se topó con la favorita y vigente campeona, por lo que la remontada no fue posible contra el muro polaco.
Comenzó muy fuerte Swiatek en la primera manga, como viene siendo habitual. Rompió el primer servicio de Jabeur y rápidamente se puso 3-0 arriba, para después encarrilar el partido con otro ‘break’ que supuso el 6-2 en el primer envite.
Seguro que en la cabeza de ambas tenistas estaba presente el camino de Jabeur hasta la final. La tunecina tenía motivos para creer en la remontada después de la cosechada ante Sakkari y de darle la vuelta a la eliminatoria con Kasatkina cuando la rusa gozó de una bola de partido.
Pero Swiatek no permitió la tercera hazaña de la africana en Roma. Estaba ejerciendo la defensa de su título de 2021 y espantó la duda con dos roturas sobre la número 7 del ránking para ponerse 4-0. Derechazo a derechazo, fue moviendo por la pista a su rival, que intentó contrarrestar con dejadas no del todo precisas que salvó la polaca.
Jabeur no tiró la toalla y sacó esa garra que tiene para recortar distancias en el marcador con una rotura. A punto estuvo de dar la sorpresa con otra consecutiva, que hubiera significado el 4-3 en su contra pero con el servicio, pero desperdició cuatro bolas de ‘break’. Gritó la polaca cuando se llevó el juego y puso el 5-2 a favor, soltando la rabia y la tensión acumulada ante la resistencia y el principio de remontada que había comenzado su rival.
El partido estaba encaminado, solo había que cerrarlo con un juego más. El servicio era de Jabeur, pero Swiatek se lo arrebató para rubricar el doble 6-2 y dejarse caer al suelo a celebrar el título entre lágrimas antes de fundirse en un sentido abrazo con su rival.
La victoria de Swiatek significa su quinto WTA 1.000 en su carrera. A sus 21 años, se coloca como la referencia del tenis femenino y como candidata a levantar Roland Garros, el primer y único ‘Grand Slam’ que tiene en su vitrina.