El Cicpc avanza en las investigaciones por el macabro asesinato de la joven Dubraska Rivas (30), hecho ocurrido el pasado 22 de mayo en el río Motatán del estado Trujillo.
El cuerpo de Rivas fue hallado al día siguiente a las orillas del río sin sus ojos. Aunque el Cicpc editó su primera publicación del caso y omitió este detalle en su segundo post en Instagram.
Por este hecho hay dos detenidos, quienes son los señalados de asesinar a la joven. José Gregorio Hernández (19) y Kleiver Omar Linares (21).
Los hechos
El día de los hechos, Andreina interrumpió su jornada laboral, tras recibir una invitación de Hernández para ir al río. En el camino le dijo para pasar buscando a Kleiver Linares. A este último, era primera vez que Andreina lo veía.
“Ella estaba muy feliz, porque había comenzado la universidad. Me escribió días antes diciéndome que se sentía contenta, porque estaba estudiando”, contó un familiar de la joven asesinada.
En un primer momento se manejaba el hecho como una muerte por inmersión. Sin embargo, la autopsia arrojó que fue un asesinato con arma blanca y tenía cortes quirúrgicamente precisos para la extracción de sus ojos.
Ojos desaparecidos
En su primera publicación, el director nacional del Cicpc, Douglas Rico, informó que los ojos fueron extraídos para su posterior venta en 100 dólares.
Esto causó conmoción en redes sociales, debido a lo dantesco del caso que rápidamente se viralizó.
El medio La Nación reseñó que según las investigaciones que adelantan, los implicados en el homicidio cuando llegaron para entregar los ojos, el comprador les dijo que cancelaría por pago móvil, pero hasta ahora se desconoce si el pago se concretó.
A pesar de que los funcionarios del Cicpc están investigando arduamente detalles sobre este crimen, hasta ahora los ojos no han sido localizados.
Esperan en los próximos días obtener nuevas pistas para terminar de encajar el rompecabezas del asesinato que mantiene alarmados a los trujillanos.
Autoridades siguen en la búsqueda de una tercera persona implicada en estos hechos que sería él o la que compró los ojos de la mujer tras su asesinato.
Otra de las hipótesis que se maneja es que estos órganos iban a ser entregados para actos de brujería.
El hermetismo crece respecto a este singular caso, mientras los familiares de Dubraska y demás trujillanos exigen justicia.
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