La situación en la zona de la isla española de La Palma afectada por la erupción «es desoladora», porque «una colada de lava con una altura media de seis metros se come literalmente viviendas, infraestructuras, cultivos que va encontrando a su camino hacia la costa del valle de Aridane», explicó este lunes el presidente del Cabildo (administración local), Mariano Hernández Zapata.
Por: El Espectador de Caracas / EFE
De acuerdo con la información que las administraciones han recibido de los organismos científicos que vigilan el comportamiento del volcán, se espera que la colada de lava entre en el mar en la costa de Tazacorte, posiblemente en Playa Nueva, en Los Guirres, en esta isla que forma parte del archipiélago atlántico de Canarias.
Como ya se avanzó anoche, Hernández Zapata confirmó que no hay víctimas que lamentar en esta erupción, algo por lo que ha felicitado a los organismos científicos presentes en la isla, porque predijeron la situación con casi una semana de antelación y dieron a las autoridades un punto de inicio probable que solo distaba 300 metros del lugar donde estalló finalmente el volcán.
«Gracias a ese trabajo previo se pudo evacuar horas antes de la erupción a las personas dependientes y, a la lo largo del día de ayer, domingo, se desalojó a más de 5.000 personas por la zona donde se prevé que puede avanzar la lava», remarcó.
Hernández Zapata señaló que, tras tener la certeza de que «el 100 % de las personas están seguras y no hay que lamentar daños personales», ahora dirigen su preocupación a «los daños en infraestructuras y a los proyectos de vida de las personas, que son sus viviendas».
«Tenemos que estar ahora las administraciones más cerca que nunca de todos los vecinos que han perdido sus hogares en esta catástrofe», concluyó.