El hombre que el pasado jueves apuñaló a cuatro niños y a dos adultos en un parque de la ciudad de Annecy, un sirio que tenía estatuto de refugiado en Suecia y llevaba varios meses en Francia como sintecho, ha sido imputado hoy, pero no por delitos terroristas, y encarcelado.
La fiscal de Annecy, Lise Bonnet, que anunció su inculpación en una conferencia de prensa, precisó que ya no se teme por la vida de ninguna de las seis víctimas del ataque, pero siguen hospitalizados tanto los cuatro niños (que tienen entre tres años y 22 meses), como uno de los adultos.
Dos de los niños (uno nacido en febrero de 2021 y una nacida en agosto de 2020) son franceses. Además, también hay una pequeña británica nacida en marzo de 2020 que estaba en Annecy con su familia de vacaciones, así como otra neerlandesa que, tras la agresión, fue trasladada de urgencia a un centro hospitalario de urgencia.
En cuanto a los dos adultos, uno ya ha podido ser dado de alta y el segundo, que además de las puñaladas del agresor recibió un tiro involuntario de la policía, sigue internado pero su estado le ha permitido prestar declaración.
La fiscal señaló que el atacante -identificado como Abdelmasih H.-, que es el único autor, se ha negado a responder a los interrogatorios de la policía durante las 48 horas que ha permanecido bajo arresto en la comisaría de esta ciudad de los Alpes franceses antes de ser presentado a los jueces de instrucción.
Un psiquiatra que lo había examinado durante su arresto lo había declarado apto para ser interrogado, y no percibió en él elementos delirantes.
Los magistrados le han imputado por los delitos de rebelión con arma y, sobre todo, por tentativa de asesinatos, un delito por el que podría ser condenado hasta a cadena perpetua.
Bonnet insistió en que en las investigaciones que se han hecho hasta ahora «no aparece ninguna motivación terrorista». Según los testigos de la agresión a los que ha interrogado la policía, parece que durante el apuñalamiento aludió a su mujer, a su hija y a Jesucristo.
Al ser arrestado por cinco agentes de policía, apenas unos minutos después del ataque a los niños y a escasos 300 metros del lugar de los hechos en el mismo parque, que se encuentra a orillas del lago de Annecy, entre sus posesiones se encontró, además del puñal que utilizó para la agresión, un crucifijo, dos imágenes cristianas, un carné de conducir sueco y 440 euros en efectivo.
Tiene 31 años y tanto su mujer como su hija -de tres años- viven en Suecia, donde él obtuvo el estatuto de refugiado en 2013. En mayo de 2022, se fue de Suecia y estuvo en Italia y en Suiza antes de recalar en Francia, donde ha estado viviendo sin domicilio fijo desde octubre del pasado año.
A su llegada, solicitó el estatuto de refugiado en Francia, pero la Administración le respondió con una negativa el pasado día 4 precisamente porque ya tenía reconocido ese estatuto en Suecia.
Un estatuto que le permitía circular por el espacio Schengen, aunque no establecerse de forma permanente en un país diferente al que le había dado el estatuto de refugiado.
Esa cuestión ha alimentado una polémica en Francia creada por algunos dirigentes de la derecha y de la extrema derecha, que han aprovechado para denunciar la política de inmigración, a su juicio demasiado laxa, y para criticar las reglas europeas, en particular las que permiten la libre circulación de los refugiados.
De acuerdo con la prensa francesa, Abdelmasih H. fue movilizado por el Ejército de su país al estallar la guerra civil en 2011 y decidió desertar.
Primero pasó por Turquía, donde conoció a la que luego se convertiría en su mujer (también siria, luego nacionalizada sueca) con la que se fue a Suecia donde nació su hijo.
La madre del agresor, que vive en Estados Unidos, ha afirmado en la prensa francesa que su hijo sufría una «grave depresión» por los rechazos sucesivos que había recibido a sus solicitudes para obtener la nacionalidad sueca.
Con información de EFE
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