22 de noviembre de 2024 8:40 AM

Síntomas, factores y cómo prevenir el cáncer de piel

Podemos asegurar que el cáncer de piel es el tipo de tumor más frecuente en España, habiéndose duplicado su incidencia en nuestro país en estos últimos 30 años. Lo mejor de todo: la mayor parte de los casos son prevenibles. Por ello, aquí te contamos todo lo que no debes olvidar frente a la prevención de esta enfermedad.

Por: El Espectador de Caracas con información de Infosalus

La doctora María Agustina Segurado es jefa de sección de Dermatología del Hospital Universitario del Sureste de Madrid y la entrevistamos en Infosalus para conocer un poco más de cerca esta patología, por desgracia tan frecuente. Según indica, existen diferentes tipos de cáncer de piel, y a su vez, con muy distintas implicaciones sobre la salud.

Desde la Fundación Piel Sana, de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), precisan que generalmente se clasifican en dos grandes grupos, dependiendo de las células cutáneas que se vean afectadas: los cánceres que derivan de un tipo concreto de células cutáneas, los melanocitos, una enfermedad llamada ‘melanoma’; y después el resto de tumores malignos de la piel distintos del melanoma (carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular, y otros menos frecuentes como los linfomas cutáneos, sarcomas, etc).

En el caso del cáncer cutáneo no melanoma, la doctora Segurado recuerda que su incidencia es de 160 casos por 100.000 habitantes, siendo de 118 los carcinomas basocelulares y 42 los carcinomas espinocelulares. «Como vemos, los carcinomas basocelulares son los más frecuentes y suponen el tumor maligno de piel menos agresivo, ya que crece muy lentamente y raramente metastatiza», afirma la dermatóloga.

Sin embargo, señala que el cáncer de piel tipo melanoma es el más agresivo por su extensión a los ganglios linfáticos y al resto del organismo:

«Su incidencia en España se estima en 9,7 por 100.000 habitantes, con máxima frecuencia en Marbella (17,5) y mínima en Zaragoza (3,6)».

De todas formas, recalca la experta, en esta última década la incidencia mundial del melanoma ha aumentado y se sitúa en 287.723 diagnósticos al año que suponen unas 60.000 muertes. «En España se diagnostican más de 5000 casos con unas 900 muertes anuales», apostilla Segurado.

SÍNTOMAS DEL CÁNCER DE PIEL

Según explica la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), esta neoplasia es debida a un crecimiento anormal y descontrolado de las células de la piel, alteradas por la acción de la radiación ultravioleta que puede proceder de fuentes artificiales o bien de la luz solar. «Por eso se suele manifestarse con mayor frecuencia en las zonas de piel expuestas al sol», precisa.

Así, la doctora Segurado apunta que los síntomas dependerán del tipo de cáncer cutáneo:

Los carcinomas basocelulares y espinocelulares suelen manifestarse por una úlcera o herida que no cura durante meses.

Los melanomas, que son los tumores pigmentarios, se expresan como un lunar raro o «el patito feo», porque suele ser un lunar con un aspecto irregular y diferente. También es útil la regla del ‘ABCDE’, que se enseña a los pacientes a auto-explorarse: un lunar es sospechoso si se vuelve Asimétrico, si sus Bordes son irregulares, si el Color es distinto y no uniforme, si su Diámetro es mayor de 6 mm y si su Evolución rápida.

Por otro lado, la especialista del Hospital Universitario del Sureste de Madrid subraya que los carcinomas basocelulares y espinocelulares suelen manifestarse en personas de mayor edad porque son los tumores que más se correlacionan con la dosis de sol acumulada; mientras que los melanomas, el tipo más agresivo, suele afectar a edades más jóvenes, entre los 45 y los 65 años.

FACTORES DE RIESGO DEL CÁNCER DE PIEL

En general, indica que las personas con piel clara que se queman fácilmente tienen mayor riesgo de padecer algún tipo de cáncer de piel en comparación con las de piel más morena que se broncean con facilidad. «De hecho, hay evidencia científica sobre el hecho de que las quemaduras solares durante la infancia-adolescencia duplican el riesgo de padecer un melanoma», asegura.

Otro grupo de riesgo son las personas con muchos lunares (más de 50) o aquellas que tienen antecedentes familiares de cáncer de piel, así como las personas con ojos claros y cabello rubio o pelirrojo, según prosigue la dermatóloga.

Es más, llama la atención sobre las profesiones al aire libre como jardineros, agricultores, por ejemplo, ya que suelen sufrir una exposición solar crónica que induce a la aparición de tumores cutáneos en la edad adulta.

«En este sentido, el bronceado con fuentes artificiales de rayos UVA ejerce como un factor predisponente al envejecimiento prematuro y las lesiones premalignas. Pacientes con enfermedades inmunológicas o tratamientos inmunosupresores, como los enfermos transplantados, tienen mayor riesgo de aparición de lesiones tumorales cutáneas», agrega.

En cuanto a los actuales tratamientos frente a esta neoplasia, la especialista indica que esencialmente el tratamiento es quirúrgico, ya sea con técnicas de cirugía menor, como el curetaje, la crioterapia o la electrocoagulación; o bien de cirugía mayor con extirpación de la lesión y la reconstrucción del defecto; así como la cirugía de Mohs, una cirugía especial para casos más difíciles que va eliminando y analizando a la vez los bordes del tumor para asegurarnos una extirpación completa en el mismo acto quirúrgico.

¿PODEMOS PREVENIRLO? ¿CÓMO?

Con todo ello, la doctora María Agustina Segurado, jefa de sección de Dermatología del Hospital Universitario del Sureste de Madrid, aporta las siguientes recomendaciones para su prevención:

1- Reducir el tiempo de exposición al sol y evitar las horas centrales del día donde los rayos solares inciden en la tierra perpendicularmente y con mayor energía.

2- Aplicar protectores solares de amplio espectro: que cubran frente a rayos UVB, UVA y luz visible y hacerlo en cantidad suficiente y reaplicándolo con frecuencia.

3- Usar ropa adecuada que nos ayude a reducir la superficie de nuestra piel expuesta, así como sombreros y gafas que protejan el rostro y los ojos.

4- Evitar las lámparas de bronceado y, sobre todo, en menores de 30 años.

5- Tener un especial cuidado con los niños ya que pasan muchas horas al aire libre y su piel es especialmente vulnerable al sol.

«Como hemos visto, la mayoría de los cánceres de piel son evitables con unos buenos hábitos de vida. Hay que cuidar la piel y utilizar fotoprotección solar. Además, hay que considerar que entre el 35 y el 50 % de los pacientes que han sufrido un cáncer de piel desarrollarán un segundo tumor en el plazo de 5 años. Motivo por el que debemos extremar la precauciones. Debemos aprender a auto-explorarnos ya que el pronóstico de estos cánceres mejora si se diagnostica precozmente: revisar nuestra piel y consultar con el especialista cualquier cambio que pueda parecernos extraño», sentencia la doctora Segurado.

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