Simone Biles, la gimnasta más condecorada de la historia de Estados Unidos, regresó este sábado por primera vez desde los Juegos de Tokio y ganó el US Classic de Chicago con una actuación muy sólida y convencedora en los ejercicios de barras asimétricas, equilibrio, suelo y salto.
La ganadora de siete medallas olímpicas, cuatro de ellas de oro, reapareció tras 732 días de ausencia, en los que se centró en su bienestar mental tras retirarse de la final por equipos de las últimas Olimpiadas por un episodio de ‘twisties’, una desconexión entre mente y cuerpo.
En los Juegos de Tokio, Biles renunció a los ejercicios de individual, suelo, salto y asimétricas tras sufrir esa desconexión en el ejercicio de salto.
Regresaría en esas mismas Olimpiadas para realizar el ejercicio de barra, que le entregó la medalla de bronce.
Este sábado en la NOW Arena de Hoffman Estates, en las afueras de Chicago.
Biles deleitó a los espectadores con una actuación sobresaliente que le dio la victoria con 59.100 puntos y 5.000 de ventaja sobre Leanne Wong, segunda.
Siete medallas olímpicas, cuatro de ellas de oro, y 25 medallas mundiales, 19 de ellas de oro, resumen sólo parcialmente el currículum y el legado de una de las más grandes deportistas de la historia.
Su regreso en la NOW Arena, completamente llena para apoyara, agranda su leyenda. No había seguridad de que Biles pudiera reaparecer tras sus problemas, ni que volviera a este nivel.
Aún más a los 26 años, una edad en la que la gran mayoría de las gimnastas ya han vivido el mejor momento de sus carreras.
De hecho, Biles participó en un evento junto a compañeras muy jóvenes, como la californiana Tiana Sumanasekera, de apenas 15 años.
Si ellas son gimnastas de gran talento y grandes promesas del futuro estadounidense, Biles demostró que todavía representa el presente.
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