Álvaro Leyva, canciller designado por el presidente electo Gustavo Petro, sostuvo una reunión con el gobernador del estado de Táchira, Freddy Bernal, y con el ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Carlos Faría, este jueves 28 de julio en el Palacio de Los Leones, en San Cristóbal, Venezuela.
Espectador de Caracas/ SEMANA
Llama la atención que a dicho encuentro también acudió el exsenador Armando Benedetti, uno de los hombres cercanos al presidente electos Gustavo Petro y quien, sin duda, será una ficha clave durante su gobierno, del cual tomará posesión el próximo 7 de agosto.
Este viernes 29 de julio circuló información sobre la posibilidad de que Benedetti asuma como nuevo embajador en Caracas. Eso implica, entre otras cosas, reabrir los siete pasos fronterizos terrestres a lo largo de 2.100 kilómetros que han permanecido cerrados por las disputas entre Bogotá y Caracas.
Con este nombramiento, Petro pretendería empezar a tender puentes de diálogo con el vecino país, los cuales permitan ponerle fin a las tensiones entre ambos países.
Petro no quiere politizar el asunto. Según conoció SEMANA, para hacer esta designación el presidente electo habría elegido a una persona con habilidad de negociación, que conociera la convulsa realidad venezolana y que no fuera identificado con la izquierda o la derecha. En últimas, que tuviera capacidad de diálogo.
El nuevo mandatario busca normalizar las relaciones comerciales con el vecino país. En 2008, cuando Hugo Chávez cerró la frontera, las exportaciones desde Colombia ascendían a 6.000 millones de dólares anuales. Pero en el segundo semestre de 2009, en medio de las tensiones, se desplomaron a 150 millones de dólares, según Analdex.
Petro, cuyo gobierno estima que, si las relaciones se reactivan, habría ingresos por 10.000 millones de dólares para Colombia y se generarían un millón de empleos, guarda prudencia. No hará ningún anuncio hasta que no se tercie la banda presidencial por respeto al presidente Iván Duque.
El nuevo mandatario estaría buscando que en la negociación ni él ni Maduro sean los protagonistas, sino que el asunto sea una conversación netamente comercial y diplomática, que no esté contaminada por el proceso de paz que sostuvo Juan Manuel Santos con las Farc y tampoco por el que él pretende desarrollar con el ELN, si ese grupo armado muestra voluntad de ponerle fin a la guerra.
Así las cosas, Benedetti o quien sea elegido para este cargo entablará el diálogo con autonomía y le reportará los avances de manera exclusiva al presidente y al canciller Álvaro Leyva. Uno de los primeros anuncios sería reabrir los consulados en ambas naciones como un gesto de confianza.
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