Los candidatos presidenciales de Ecuador, Luisa González y Daniel Noboa, finalizaron este jueves sus campañas electorales, con vistas a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del próximo domingo 15 de octubre, y reiteraron sus promesas de enfrentar la actual ola de violencia.
Con camiseta de la selección de fútbol nacional y un chaleco antibalas, la candidata de la Revolución Ciudadana (RC), Luisa González, quien ganó la primera vuelta de estos comicios extraordinarios, concluyó la fase de promoción con un acto multitudinario en la urbe costera de Guayaquil.
“En esta elección nos jugamos la vida, una elección que puede marcar el antes y el después de la dignidad de los ecuatorianos”, expresó González a sus simpatizantes, en la barriada Cristo del Consuelo. Desde allí recordó que “nos sumieron en la violencia, y hay 280 mil hermanos que han migrado en los últimos dos años, y eso queremos que pare”.
Aseguró que en unidad va a levantar el país y para eso tiene planes de implementar programas para mejorar la salud, la educación, la cultura, el deporte. “En las urnas vamos a expresar lo que sentimos ante tanto abandono”, manifestó la aspirante al Ejecutivo, que de ganar en las urnas se convertiría en la primera mujer electa como presidenta de la República.
Su contrincante, Noboa, recorrió tres provincias este jueves, en una jornada maratónica que comenzó con caravanas en las ciudades de Cuenca y Guayaquil, mientras que en la noche sería parte de un acto en la provincia de Santa Elena, de donde era asambleísta. En su cuenta de redes sociales, Noboa se mostró seguro de un posible triunfo al expresar: “El Nuevo Ecuador está cerca” y “¡Somos la Nueva Generación!”.
Ninguno de los dos candidatos llega a este momento con una ventaja clara que permite vaticinar un ganador, pues las últimas encuestas mostraron una tendencia del joven millonario a la baja, mientras la representante de la RC ganaba apoyo.
Más de 13 millones de ecuatorianos están convocados a las urnas, el domingo próximo, para elegir al sucesor del presidente Guillermo Lasso, quien disolvió el legislativo y llamó a elecciones anticipadas para evitar un juicio político y su destitución.
Quien resulte electo gobernará alrededor de un año y medio, hasta mayo de 2025.
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