Las relaciones de pareja son los vínculos más complejos que se mantienen dado su alto nivel de intimidad e implicación emocional. A veces, la insatisfacción puede llevarte a faltar a tu compromiso con el otro. Pero, si esto sucede, ¿se debe contar una infidelidad?
Por: Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud
Tu pareja es tu mayor espejo, es en quien proyectas tus anhelos e inseguridades y a quien muchas veces cargas con la responsabilidad de hacerte feliz. La traición deja una huella profunda en cualquier vínculo afectivo y genera un enorme sufrimiento emocional.
Este engaño en ocasiones viene motivado por la propia inmadurez o por una confusión de sentimientos; sin embargo, con frecuencia suele ser el reflejo de diversos problemas que la relación de pareja viene arrastrando durante un tiempo.
En cualquiera de los casos, contar una infidelidad es un acto de valentía, ya que te expones al abandono por parte del otro. ¿Cómo abordar esta difícil situación?
¿Cuándo debe contarse una infidelidad?
Si has sido infiel, probablemente estés considerando si la mejor alternativa pasa por confesarle el engaño a tu pareja u ocultar lo sucedido. Esta no es, en absoluto, una decisión sencilla de tomar, pues de tu elección dependerá el devenir de tu relación.
Lo más coherente es asumir que la sinceridad es la única política si se desea sostener un vínculo basado en el respeto y la confianza. Sin embargo, hay quienes optan por no confesar la infidelidad a fin de evitarle el sufrimiento a su pareja o evitar ser abandonados.
De hecho, muchas personas manifiestan preferir no enterarse de los posibles engaños de su compañero, pues no quieren enfrentar esa difícil tesitura. Si tu pareja ha manifestado esta opinión en alguna ocasión puedes tenerlo en cuenta a la hora de decidir.
No obstante, has de considerar que si decides mantener la mentira, es posible que la relación continúe deteriorándose e incluso que se produzcan posteriores infidelidades de nuevo. Por el contrario, sincerarse abre la oportunidad de analizar qué estaba fallando en la relación para poder trabajarlo e, incluso, fortalecer el vínculo.
