Rusia: un gigante geopolítico y económico

El presidente ruso, Vladimir Putin, sorprendió al mundo con una jugada maestra al anunciar la disposición de Rusia de iniciar negociaciones directas con el Gobierno de Kiev, sin condiciones previas. Desde Occidente, tanto el gobierno de Trump como el grupo de Gran Bretaña, Francia y Alemania, se habían presentado como los actores que buscaban la paz en el conflicto ucraniano, señalando a Rusia como la parte guerrerista.

Adelantaron iniciativas de alto al fuego que beneficiaban a Ucrania, pues en el fondo desde la parte europea no se persigue la paz, sino la continuación de la guerra. Su juego sucio quedó al descubierto cuando volvían a blandir contra Rusia la desgastada amenaza de sanciones. Nada de esto impresionó al Kremlin. ¿Es que a estas alturas alguien aún puede creer que a Rusia se le puede dictar su comportamiento mediante nuevas sanciones económicas? Un medio occidental importante como el Frankfurter Allgemeine Zeitung publicó el 16 de mayo: “Casi todas las cartas de triunfo contra Rusia ya se han jugado”.

“Los 17 paquetes de sanciones de la UE no han logrado quebrar la economía rusa, que ha demostrado una resistencia sorprendente”. Por supuesto, las sanciones han hecho daño a la economía rusa, pero lo sorprendente es que Rusia no solo se adapta rápidamente, sino que usa inteligentemente esas sanciones como palanca de desarrollo de su economía. Según los expertos, a la UE y a EEUU, prácticamente, ya no les quedan nuevas medidas efectivas que afecten a Moscú más que al propio Occidente. Por ejemplo, la industria alemana está en crisis: una de cada cinco empresas planea abandonar el país debido a los altos precios de la energía y la burocracia; según un estudio, 60% de los altos directivos consideran que sus empresas no son competitivas. Ante esto, Europa quiere volver al gas ruso.

El gas licuado estadounidense ha sustituido una parte importante del gas ruso en Europa, pero la guerra comercial desatada por Trump ha creado desconfianza hacia Estados Unidos, y las grandes empresas europeas han comenzado a hablar de un posible regreso al mercado del gas ruso. Ironía del destino, las propias sanciones ayudan a colocar a Rusia en el camino de convertirse en una superpotencia económica.

VTV/LM/CP  Síguenos en TelegramInstagram y X para recibir en directo todas nuestras actualizaciones

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