Rusia instalará una base naval en Abjasia, una región separatista pro-Moscú de Georgia, anunció este jueves el dirigente de ese territorio, coincidiendo con un aumento de los ataques contra la flota rusa en el mar Negro, en Crimea.
«Hemos firmado un acuerdo y, en un futuro próximo, la marina militar rusa contará con un punto de anclaje permanente en el distrito de Ochamchiré», a orillas del mar Negro, afirmó Aslan Bjania al diario ruso Izvestia.
El portavoz del Kremlin declinó hacer comentarios. «No puedo comentar absolutamente» nada, dijo Dmitri Peskov.
Georgia, en cambio, condenó el anuncio, en el que ve una «violación flagrante» de su soberanía y de su integridad territorial.
Se trata de una «nueva provocación que busca legitimar la ocupación ilegal de Abjasia», señaló el Ministerio georgiano de Relaciones Exteriores, declarándose «preocupado».
Las relaciones entre Rusia y Georgia son complejas. Ambos países libraron una guerra, corta pero sangrienta, en 2008 a raíz de unas tensiones por la voluntad de Georgia de acercarse a Occidente.
El actual gobierno georgiano, que niega ser pro-Moscú, ha adoptado no obstante una posición más flexible respecto a Rusia, que llevó a la oposición a acusarle de querer acercarse al Kremlin, lo cual dio lugar a una crisis política.
Tras la guerra de 2008, Moscú reconoció la independencia de dos territorios separatistas del norte del país, Abjasia y Osetia del Sur, donde ahora está presente militarmente.
Aslan Bjania, que debía reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, esta semana, declaró que el objetivo del acuerdo es mejorar las capacidades defensivas tanto de Rusia como de Abjasia.
«Este tipo de cooperación continuará», declaró al diario Izvestia.
De momento no se comunicó la fecha de apertura de esta base pero la administración del distrito de Ochamchiré indicó a la agencia rusa Ria Novosti que las infraestructuras del puerto ya estaban «preparadas» para acogerla.
El anuncio se produjo después de que, en las últimas semanas, Ucrania incrementara sus ataques contra instalaciones rusas en Crimea, una península anexionada por Moscú en 2014.
Kiev reivindicó la destrucción de sistemas de defensa antiaérea, de un astillero y de dos navíos.
A finales de septiembre, Kiev bombardeó la sede de la flota rusa en el mar Negro, en Sebastopol, y afirmó haber matado a una treintena de oficiales.
Rusia, que casi nunca informa sobre sus pérdidas militares, indicó por su parte que tras el bombardeo una persona estaba desaparecida.
Crimea es crucial para el asalto de Rusia a Ucrania, tanto para el abastecimiento de las tropas que ocupan el sur ucraniano como para llevar a cabo bombardeos con misiles desde el mar.
Las fuerzas armadas ucranianas desean perturbar la cadena de logística rusa y poner fin a la intervención militar de Rusia en el mar negro, del que se sirve Kiev para exportar sus granos.
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