Matthew Perry falleció de manera accidental el 28 de octubre de 2023 debido a los «efectos agudos de la ketamina», los cuales, según la autopsia de la Oficina del Médico Forense del Condado de Los Ángeles, le provocaron una «sobrestimulación cardiovascular y depresión respiratoria».

Una muerte que aún sigue conmocionando al mundo del cine y la televisión y de la, según han ido pasando los meses, se ha ido sabiendo un poco más. Según el servicio de toxicología la cantidad de ketamina encontrada en el cadáver del intérprete no se corresponde con lo estipulado en una terapia que estaba recibiendo y que contenía dicha droga.

Según el Dr. Bankole Johnson, consultado por el portal Page Six, recetarle ketamina a alguien que también usa buprenorfina «un billete de ida hacia el desastre». Por lo tanto, es de suponer que el actor, fallecido en octubre del 2023 a los 54 años de edad, recibió la droga sin autorización ni prescripción médica. Y ha sido precisamente esta asunción la que ha hecho que la policía considere que serán «varias personas» las que deban ser acusadas en relación con la muerte de Perry.

Por otro lado, mucho se ha hablado del patrimonio que tendría el actor, algo sobre lo que ahora se arroja algo más de información. El actor tendría una cifra más elevada de lo que se pensaba.

Eso según los documentos judiciales a los que ha tenido acceso The Us Sun. Según los mismos, Lisa Ferguson, fideicomisaria del patrimonio del actor, presentó un documento donde se recoge que este poseía unos 1.490.000 euros en el momento de su muerte.

Además, estos documentos señalarían que Matthew no poseía ninguna propiedad inmobiliaria en el momento de su muerte, aunque a la cifra de su patrimonio se suman los 120 millones de dólares que ya había en su fideicomiso creado en 2009 y bautizado como Alvy Singer Living Trust, en honor al personaje de la película Annie Hall de Woody Allen.

Hay que recordar que el eterno Chandler Bing en la serie Friends no estaba casado ni tenía hijos. Y, según figura en el testamento, tampoco se ocupaba «intencionalmente de ningún hijastro o hijo adoptivo que tenga ahora o que pueda tener más adelante».

Así, el actor habría dejado en su testamento que los beneficiarios de su herencia son su padre John Perry, a su madre, Suzanne Morrison, su hermanastra, Caitlin Morrison, y su expareja, Rachel Dunn.

Con información de 20minutos

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