Los republicanos se aseguraron este martes el control del Senado de Estados Unidos, obteniendo al menos 51 de los 100 escaños, lo que consolida su posición en la Cámara Alta. La conformación del Senado resulta fundamental para definir el margen de acción del próximo presidente, quien necesitará apoyo legislativo para implementar su agenda.
Además, los republicanos buscan mantener la mayoría en la Cámara de Representantes, donde hasta ahora tienen una ventaja.
El Senado se renueva parcialmente cada dos años, y en esta ocasión los escaños en juego favorecen a los republicanos. Antes de estas elecciones, los demócratas contaban con una mayoría muy ajustada de 51 escaños (incluyendo independientes), mientras que los republicanos tenían 49.
Sin embargo, de los 34 senadores que debían renovar su cargo, 23 eran demócratas y 11 republicanos.
Los republicanos logaron victorias clave este martes al recuperar escaños en estados conservadores, comenzando con Virginia, donde Jim Justice sustituirá al demócrata Joe Manchin, quien no se postuló para la reelección.
En Ohio, Bernie Moreno también arrebató un puesto importante al demócrata Sherrod Brown. En Montana, el demócrata Jon Tester enfrenta una competencia feroz y se encuentra en desventaja en los conteos preliminares.
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