Remedios naturales para aliviar la vaginosis bacteriana

La vaginosis bacteriana es una de las molestias que puede sufrir una mujer a lo largo de su vida. Se trata de una inflamación vaginal que se produce debido a los desequilibrios que sufre la microbiota que la protege; es decir, se produce debido al crecimiento excesivo de algunas bacterias que normalmente habitan en la vagina.

Por: El Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud

El crecimiento excesivo de esas bacterias causa varias incomodidades además de la hinchazón de la zona, como la presencia de un flujo amarillento, que por lo general tiene un olor fuerte y desagradable. Esto a menudo va acompañado por una sensación de ardor al orinar y picazón en las áreas externas de la vagina.

Si bien no siempre genera síntomas evidentes que impidan hacer vida normal, en algunos casos puede resultar muy incómoda. No obstante, la buena noticia es que no se considera un problema de salud grave.

Aún así, es necesario abordarla adecuadamente para que no genere inseguridad ni complicaciones de mayor cuidado. Veamos más al respecto a continuación.

¿Cómo es el tratamiento de la vaginosis bacteriana?

Como veníamos comentando, la vaginosis bacteriana no suele suponer un problema de salud grave y, por lo general, no causa complicaciones. Para tratarla adecuadamente, es fundamental ir a consulta con el ginecólogo. Solo así el profesional podrá profundizar en el origen del problema y determinar cuál es la estrategia más adecuada para darle solución.

Dependiendo del caso, el tratamiento podría incluir algunos medicamentos, tales como: metronidazol, clindamicina, tinidazol. 

De acuerdo con un estudio reciente publicado en el portal de Elsevier, “aunque no está claro si se trata de una infección de transmisión sexual, la mayoría de expertos recomiendan tratar también a la pareja con un antibiótico” vía oral (metronidazol) durante siete días o vía vaginal (clindamicina) durante cinco días.

Por otra parte, hay que saber que la vaginosis bacteriana puede reaparecer al cabo de un tiempo. Generalmente, unos 12 meses, por ello es fundamental seguir el tratamiento pautado por el ginecólogo y, además de ello, adoptar las medidas de prevención necesarias para reducir el riesgo de que se presente nuevamente y produzca incomodidades significativas.

Sobre esto último, la buena noticia es que los investigadores continúan indagando sobre cómo mejorar el tratamiento existente para prevenir que el problema sea recurrente.

Medidas complementarias al tratamiento médico

  • Beber abundante agua y reducir el consumo de bebidas acidificantes.
  • Mantener una dieta equilibrada y evitar el consumo de chatarra y comestibles industriales en general.
  • No hacerse duchas vaginales ni lavarse con productos perfumados y otros que no estén pautados por el médico.
  • Usar ropa interior limpia y preferiblemente de algodón u otras fibras naturales que faciliten la transpiración.
  • Mantener una higiene íntima acorde.
  • Evitar el uso de prendas ajustadas, ropa húmeda, etc.
  • No hacerse baños de asiento con aceites esenciales o infusiones herbales sin consultar primero con el médico, ya que podría resultar contraproducente y promover aún más las molestias ya existentes.
  • No aplicarse yogur en la vagina ni ningún otro tipo de alimento, esto solo podría conducir a una infección.
  • En cambio, sí se puede aprovechar el consumo moderado de yogur natural, kéfir y otros probióticos para facilitar el equilibrio de la microbiota vaginal e intestinal.
  • Si vas a tener relaciones sexuales, asegúrate de usar protección y tomar las medidas adecuadas para protegerte a ti y a tu pareja.

¿A qué remedios se puede recurrir como coadyuvante?

Aunque se hayan podido recomendar todo tipo de remedios naturales en el ámbito popular para aliviar la vaginosis bacteriana, desafortunadamente no todos son adecuados. Muchos de ellos pueden empeorar el problema y dificultar su abordaje.

A continuación te presentaremos algunos de los remedios que el médico podía autorizar como coadyuvantes.

  • Yogur natural: este alimento, dentro de una dieta equilibrada, puede promover el equilibrio de la microbiota, lo que a su vez ayuda a mitigar las molestias. Gracias a su concentración de cultivos vivos, ayuda a crear un balance de las bacterias saludables. Su contenido de ácido láctico altera el ambiente que necesitan los gérmenes dañinos para crecer en exceso.
  • Caléndula, manzanilla, salvia, son hierbas con propiedades medicinales (analgésicas, antiinflamatorias, diuréticas) con las que se pueden preparar bebidas naturales para complementar la hidratación diaria. No se deben consumir en exceso, sino siempre con moderación y previa consulta con el médico.
  • Frutas de temporada: las frutas de temporada son alimentos que ayudan a mejorar y mantener la salud de todo el organismo y no pueden faltar en la dieta.
  • Alimentos fermentados y ajo, dentro de una dieta equilibrada.

Recuerda que, siempre que tengas alguna duda sobre cómo proceder ante alguna molestia, lo mejor es que consultes con tu médico. Evita tomar medidas sin consultar con el profesional, pues podrías ponerte en mayor riesgo.

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