Hoy por hoy, cada movimiento de la familia real británica es mirado con lupa. Máxime cuando se trata de una gran polémica como la que está rodeando el tema de cobros en maletines de Carlos de Inglaterra. Y como casi siempre que ocurre algo así, sale en público ella, la reina Isabel II, para apaciguar las aguas.
Por: El Espectador de Caracas con información de 20minutos
La monarca de 96 años ha llegado este lunes a Escocia para participar en una semana de actividades que compartirá con otros miembros destacados de La Firma, pero mientras que estos es habitual que hagan más estos viajes oficiales, la sorpresa la ha dado la soberana, pues se trata de su reaparición después del Jubileo de Platino que tuvo lugar hace algunas semanas.
De hecho, desde Buckingham Palace esta información se hizo esperar y solo se confirmó a última hora, explicando que hasta entonces, y debido a los problemas de movilidad de Isabel II, no se podía saber a ciencia cierta si podría participar en la Semana de Holyrood, mismo nombre del palacio de Edimburgo donde ha tenido lugar el primer acto.
Este evento no ha sido otro que la clásica Ceremony of the Keys, en la que la capital escocesa le hace entrega de las llaves de la ciudad y quedan inaugurados los festejos. La reina ha estado muy sonriente en un traje azul celeste y sombrero de Rachel Trevor-Morgan, si bien, como ya es habitual, estaba apoyada en su ya sempiterno bastón.
Como curiosidad, un gesto que ha gustado mucho en Escocia y que son las dos insignias que ha llevado en la solapa durante todo el acto: ambas son por ser coronel en jefe, siendo una de ellas la del Regimiento Real de Escocia, mientras que la otras es la de la Cap Badge of the Argyll and Sutherland Highlanders.
En el acto ha estado acompañada de su hijo menor, el príncipe Eduardo, y por la esposa de este, Sophie de Wessex, que también estarán toda la semana participando en distintos eventos, aunque en Escocia el título que reciben es el de los Condes de Forfar. Eso sí, por ahora se desconoce si estarán presentes en el encuentro de la reina con la primera ministra Nicola Sturgeon.