Hace apenas unos días se conmemoraban 128 años del nacimiento de Bhaktivedanta Swami Prabhupada quien, alentado por su Maestro Espiritual, se trasladó a los Estados Unidos desde su India natal en 1965. Su próposito era dar a conocer en occidente una variante del hinduismo basada en la idea de que el Señor Krishna es el único Dios supremo.
En efecto: mientras la mayoría de los hindúes veneran diversos dioses, los Hare Krishnas son monoteístas y estiman que el sentido de la vida (esta y otras, pues creen en la cadena de sucesivos nacimientos y muertes) es llegar a tener presente a Dios en todo momento -ser conscientes de Él-alcanzando la reconexión que nos restituya a nuestra verdadera naturaleza y origen.
Pese a haber acometido su misión a una edad avanzada –tenía 69 años- y con un exiguo capital, Prabhupada viajó alrededor del mundo catorce veces, estableció más de 100 templos de Krishna e inició a más de diez mil discípulos antes de fallecer en 1977, haciendo efectiva la profecía de Śrī Caitanya Mahāprabhu: “En cada pueblo y aldea del mundo, el Santo Nombre de Krishna se escuchará» (Caitanya Bhāgavata, Antya 4.126).
Uno de los lugares en los que esta iniciativa surtió mayor impacto fue, precisamente, nuestro país, el único de Latinoamérica que disfrutó del privilegio de recibir durante una semana a Srila Prabhupada, en 1975.
La repercusión de la visita se encuentra descrita pormenorizadamente en el libro “Srila Prabhupada en Venezuela”, de Bhakti Sundar Goswami Maharaja, una de las figuras más emblemáticas de la Asociación Internacional para la Conciencia de Krishna, y quien, aunque nacido en Aleppo (Siria, 1951) transcurrió parte de su vida en nuestro país.
Discípulo directo de Srila Prabhupada, Su Santidad Bhakti Sundar Goswami se distingue por sus habilidades comunicacionales y, en particular, por su capacidad para narrar historias, que trae a colación oportunamente para ilustrar sus enseñanzas, cautivando a su público y ejerciendo un profundo poder de penetración en quienes le escuchan.
Este narrador eximio mantiene en vilo a sus numerosos seguidores, que, noche tras noche, aguardan la edificante historia de que los hará partícipes el Swami a través de su canal de Whatsapp.
Algunas de sus más bellos textos se encuentran compendiados en otro libro, publicado en México en 2018: “Recordatorio para momentos difíciles”. Este título corresponde también a una de las más importantes reflexiones contenidas en la obra, la cual nos exhorta a sacar partido de “esos instantes de confusión, ansiedad, angustia, incertidumbre y desesperación” que pueden sobrevenir en la vida cotidiana.
Poemas, reflexiones, y algunas de sus infaltables y amenas narraciones, se articulan para conducirnos hacia lo trascendente, con una pertinencia que ha llevado a la académica mexicana Carmen Nozal a afirmar: “su voz, ejemplo de la literatura mística contemporánea, tan escasa como necesaria, resulta imprescindible en estos tiempos donde el mundo material absorbe la atención de una gran parte de la humanidad”. Y prosigue en otro punto: “…anida en el alma y siembra una semilla que enriquecerá, enormemente, a quien tenga la fortuna de escucharlo con los oídos del corazón”.
También la escritora Roxana Elvridge-Thomas ha expresado en la contraportada del libro: “su lectura nos eleva a las más altas cumbres de la literatura mística desde la humildad”.
Y es que, orador connotado en diversas universidades alrededor del mundo, en las que ha dictado seminarios y conferencias, Bhakti Sundar Goswami nos inspira con su palabra y con su ejemplo para escudriñar en los tesoros que existen más allá de la prosaica materialidad que nos rodea, invitándonos a trascender, avalando con su trayectoria el libro y convirtiéndolo en una experiencia que no debemos omitir.
linda.dambrosiom@gmail.com
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