Los pensamientos obsesivos son aquellos a los que les damos vueltas y más vueltas en la cabeza sin que podamos evitarlo. Es como si los rumiásemos y la bola se hiciese cada vez más grande, provocando que nuestra preocupación y nivel de ansiedad aumenten.
Por: El Espectador de Caracas con información de 800Noticias
El Consejo General de la Psicología de España (COP) se refiere a estos pensamientos como una forma de preocupación patológica que tiene que ver con la ansiedad y la depresión. No obstante, este exceso de rumiación lleva a un mayor riesgo de recaída en estos trastornos.
¿Qué son los pensamientos obsesivos?
Los pensamientos obsesivos son aquellos que nos generan mucha ansiedad, nerviosismo y preocupación ante la posibilidad de creer que pueden hacerse realidad, según explican desde el Centro de Psicología Cerebetia. Estos aparecen de manera intrusiva y afectan nuestro bienestar.
Un ejemplo de un pensamiento intrusivo es creer que nos van a despedir del trabajo por haber hecho algo mal o que nos va a llegar una multa de tráfico por haber visto a la policía. Estos pensamientos son irracionales y, en su mayoría, nunca se llegan a cumplir. Por lo tanto, ¿no sería mejor no darles demasiadas vueltas?
El problema es que es complicado ponerles freno. ¿De qué sirve pensar en qué haremos si nos diagnostican una enfermedad cuando todavía no sabemos los resultados de las pruebas? Adelantarnos nos provoca ansiedad y malestar, lo que condiciona el resto de las acciones.
¿Los pensamientos obsesivos están asociados a otras condiciones?
Los pensamientos obsesivos suelen relacionarse con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Pero también son frecuentes en personas con ansiedad, depresión o que han sido diagnosticadas con algún tipo de alteración de la personalidad.
Con todo, resulta importante no dejar los pensamientos obsesivos de lado, sino que han de combatirse lo antes posible. Pues en el caso de que la ansiedad o la depresión mejoren, la aparición de estas rumiaciones puede provocar una nueva recaída.
Recomendaciones para combatir los pensamientos obsesivos
Acudir a un psicólogo que nos pueda brindar ayuda profesional es fundamental para evitar que este tipo de pensamientos condicionen nuestra vida. Gracias a una terapia personalizada podremos sentirnos mejor, aunque esto nos llevará tiempo.
- Parada del pensamiento
Esta es una técnica que algunos psicólogos recomiendan, aunque no todos. Se basa en la terapia cognitiva conductual. Se trata de que cuando un pensamiento intrusivo nos aborda podamos decir “basta” o “stop” en voz alta. Con el tiempo, podremos hacer esto mentalmente. La técnica de la parada del pensamiento nos permitiría darnos cuenta de la gran cantidad de pensamientos obsesivos que tenemos.
- Tiempo para pensar
Cuando hayamos dominado la técnica de la parada de pensamiento, es el momento de empezar con otra que es la del tiempo para pensar. La parada de pensamiento está bien, pero hay cosas sobre las que sí debemos pensar y reflexionar. Para esto está ese momento que deberá ser de unos 15 minutos como máximo.
Lo que haremos es permitirnos pensar en todo lo que hemos estado frenando a lo largo del día. Siempre debería hacerse en un momento específico del día.
- Técnicas de relajación
Ya tenemos las dos técnicas anteriores para ponerle freno a los pensamientos obsesivos, pero todavía nos queda algo más. Practicar yoga o meditación es algo fundamental si sufrimos de pensamientos de este tipo. Además, ayuda a que las técnicas anteriores se afiancen.
Al practicar yoga o meditación el estrés y la ansiedad se reducen, permitiéndonos gestionar mejor los pensamientos que nos abordan y que nos hacen perder el control. Hacer deporte también contribuye; podemos caminar unos 30 minutos, meditar durante 5 minutos y practicar yoga 15 minutos más. Lo importante es hacer esto a diario.
Los pensamientos obsesivos no deben dominarnos
No ser capaces de ponerle freno a los pensamientos obsesivos es un problema. Terminan paralizándonos, provocando que vivamos cada día con estrés, siendo infelices. Buscar ayuda es el primer paso que deberíamos dar para gestionarlos de una manera más positiva.
Pero además de pedir ayuda, las recomendaciones expuestas para frenar estos pensamientos también serán esenciales. Hacer ejercicios de relajación, ser conscientes de los pensamientos y darnos un tiempo para pensar será estupendo. Empezaremos a sentirnos mejor.