24 de noviembre de 2024 11:11 AM

Ramón Guillermo Aveledo: Vecino de Libertador

Vivo desde hace cuarenta y dos años en el municipio Libertador que desde 1999 se llama Distrito Capital. En el mismo apartamento. En la parroquia El Recreo tuve también mi oficina por diez años. Soy barquisimetano y a mucha honra, pero mi familia paterna es caraqueña de seis generaciones y mi esposa nacida en Candelaria y criada en San José. Vecino de Caracas, tengo múltiples e indisolubles lazos con esta ciudad donde estudié Derecho, he trabajado, me casé, nacieron nuestros hijos. Para Caracas quiero convivencia, prosperidad. Quiero su bien.

Vivo en un municipio donde la basura se amontona porque el Aseo Urbano es muy irregular. Lo digo además de reconocer que he visto y felicitado la dedicación responsable con que trabajadores barren aceras. Vivo en un municipio con una vialidad en mal estado, con huecos de años a los cuales remiendan a veces con unas capitas de asfalto que no duran mucho. Con semáforos que no funcionan o que lo hacen defectuosamente, por lo que peatones y choferes no saben a qué atenerse o simplemente, imitación del ejemplo de arbitrariedad que dan de arriba, dictan unilateralmente sus propias leyes de tránsito.

Vivo en un municipio inseguro. Malandros y delincuentes varios campean como prevalidos de una impunidad no declarada pero sabida por ellos y temida por los ciudadanos. Atracos, arrebatones, robos e intentos de robo en casas y edificios son corrientes. Familias y negocios se sienten indefensas porque no saben a quién recurrir.

Vivo en una ciudad con transporte colectivo decadente en unidades viejas y escasas, atestadas de pasajeros. La misma que solía sentirse orgullosa de su Metro puntual, eficiente y seguro y ahora le da miedo usarlo o subirse a un bus.

Vivo en una ciudad donde es excepcional que el agua llegue y no es inodora, incolora e insípida, como nos enseñaron en mi remota primaria y el servicio eléctrico no es tan malo como en el Occidente, pero es incomparable con como solía ser, igual que la capacidad de respuesta del ente público que lo presta.

Muchas de estas cosas no son atribución local directa, pero ¿De qué sirve entonces su alineación oficialista? Y no creo excusas de la situación o las sanciones. ¿Por qué no afectan tanto a Chacao, Baruta, El Hatillo o Los Salias?

En esta ciudad vivo. En esta ciudad quiero vivir. En esta ciudad votaré en noviembre. Ya que Patiño no será esta vez, espero que mi amigo Tomás Guanipa ofrezca una opción de cambio creíble en cuanto a compromiso con Caracas y su gente.

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