Venezuela tiene una posibilidad real de convertirse en una potencia turística. Las condiciones nunca han sido mejores para lograrlo; está despertando una verdadera conciencia en el Estado, en los particulares y en todas las comunidades de que el turismo es la verdadera solución, a una cantidad de problemas estructurales que tenemos como nación.
Ya no existe un venezolano, de cualquier tendencia, condición social, raza, región o creencia, que no admita que el turismo es un factor clave de desarrollo y de bienestar. Este es un gran paso que dimos como país; el hecho de admitir que solamente de petróleo no podemos vivir los venezolanos, representa un gran avance. Todos sabemos ahora, que el turismo genera más empleo por bolívar invertido que cualquier otra actividad económica. Ya hemos escuchado, y creído, que países como España ganan más por concepto de turismo, que Venezuela vendiendo su petróleo a cualquier precio.
Ahora tenemos que avanzar hacia el siguiente paso, llego el momento de cristalizar ese buen ambiente y ese cambio de actitud que se está produciendo en los venezolanos. Tenemos que continuar reinventándonos, bajo pena de frustrarnos como sociedad. Nuestra autoestima corre el riesgo de reblandecerse: ¿Por qué si tenemos el país más bello del mundo, los turistas escogen otros lugares para sus vacaciones? ¿Por qué destinos turísticos novedosos como Cuba, ya atraen a casi dos millones de turistas y nosotros no llegamos a la mitad? No nos comparemos con destinos consolidados como México, República Dominicana, Puerto Rico o Jamaica, porque no queremos entristecernos. Pero la pregunta sigue trepanando el cerebro del colectivo venezolano.
La respuesta es sencilla, pero compleja en su desarrollo. Para continuar esta construcción de la Venezuela turística, no hay otra salida que promocionar mucho más nuestro país. Promocionarlo tanto internamente, como en el exterior. Debemos hacer que el venezolano recorra su país con gusto, que conozca los lugares que nunca ha tenido tiempo de conocer, que viaje por primera vez a la cueva del Guácharo, que por fin contemple el Salto Ángel, que visite Margarita cada vez que pueda.
Por otro lado, debemos ubicar en el extranjero los mercados-meta más fáciles de persuadir, para motivarlos a conocer nuestras bellezas naturales y así puedan disfrutar la experiencia de la naturaleza venezolana. En esos mercados-meta tenemos que invertir todos los recursos posibles, para que ellos sepan que existimos como alternativa turística. De otra manera, ni si quiera pensarán en nosotros a la hora de elegir donde pasar sus vacaciones. Que fácil parece, pero que difícil es, porque en realidad hay que competir contra monstruos sagrados del turismo mundial.
Al final, si no hay promoción no vienen turistas, por más bello que sea nuestro país. Y si no vienen turistas no hay nada; nos llenamos de proyectos irrealizables, de planes fabulosos, y de estudios admirables que no sirven sino para alimentar la voracidad de unos archivos muertos.
En el mercado nacional, si no promocionamos los diferentes destinos por medio de paquetes atractivos, estaríamos perdiendo irremediablemente un enorme potencial de mover dinero hacia zonas deprimidas económicamente. Además, estaríamos cercenando la capacidad de uso del tiempo libre de los venezolanos, un derecho fundamental que garantiza la alegría del país. Se están haciendo grandes esfuerzos por parte del sector oficial y del sector privado, hay que reconocerlo. Estas líneas contienen palabras de reconocimiento y estímulo para continuar haciéndolo.
Como conclusión, todos los avances que hemos logrado como país en el cambio de actitud hacia el turismo, todas las bondades, el buen ambiente y el consenso que existe alrededor del turismo, nos presenta una oportunidad preciosa de convertir a Venezuela en una potencia turística. Eso no servirá de nada si no logramos promocionar de una manera eficaz nuestras bondades ante los potenciales turistas. Sin lugar a dudas, la experiencia de los países exitosos muestra que la promoción turística es una de las claves más importantes en el éxito de un país.
@montenegroalvaro
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