La procuradora general Ashley Moody continúa descubriendo pruebas condenatorias a través de los esfuerzos legales en curso para responsabilizar al presidente Joe Biden por la crisis en la frontera. Como parte del litigio en curso para obligar a Biden a seguir las leyes de inmigración de seguridad pública, el subdirector de la procuradora general Moody depuso al jefe de la Patrulla Fronteriza de EE. UU., Raúl Ortiz. Bajo juramento, Ortiz testificó que la administración de Biden redujo deliberadamente la capacidad de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. y redujo las vías de deportación, lo que aumentó la presión sobre la Patrulla Fronteriza. Ortiz afirmó que estos cambios no dejaron a la patrulla sin otra opción que liberar a cientos de miles de inmigrantes en el interior a pesar de que probablemente no fueran admisibles en los Estados Unidos.
Por: El Espectador de Caracas con información de myfloridalegal.com
Durante la declaración, el jefe Ortiz estuvo de acuerdo en que las políticas de Biden provocaron un aumento sin precedentes en la frontera y la liberación de miles de inmigrantes a Florida y otros estados. Entre otras confesiones, el jefe Ortiz testificó que la crisis está “haciendo que la frontera sea menos segura tanto para los estadounidenses como para los inmigrantes”.
Fiscal General Ashley Moody dijo: “Después de que la administración de Biden negara que estaban involucrados en atrapar y liberar, y que eran responsables del aumento histórico en nuestra frontera sur, Florida logró que el Jefe de la Patrulla Fronteriza admitiera, bajo juramento, la verdad. La administración Biden provocó el aumento, hizo que la frontera fuera menos segura y está violando flagrantemente las mismas leyes federales que juraron defender. La administración de Biden está colocando a agentes de la patrulla fronteriza que trabajan arduamente en posiciones imposibles e insostenibles, arriesgando sus vidas y su seguridad, y quiero agradecer al jefe Ortiz por testificar con sinceridad en su declaración”.
El año pasado, la procuradora general Moody demandó al Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias por no seguir la ley federal y detener a inmigrantes inadmisibles interceptados en la frontera hasta que los extranjeros sean repatriados al país de su ciudadanía, como lo exige la Ley de Inmigración y Nacionalidad. . En el último mes completo de la administración Trump, la Patrulla Fronteriza liberó a solo 17 inmigrantes ilegales en los EE. UU. en espera de la resolución de los casos de inmigración.
Para julio de 2021, seis meses después de la toma de posesión de Biden, la administración de Biden liberó a más de 60 000 extranjeros en un solo mes. Según los documentos federales proporcionados a Florida durante el descubrimiento, el DHS reveló que más de 48,000 inmigrantes ilegales, que indicaron que viajaban a Florida, no se registraron con ICE. El gobierno federal ahora no tiene idea de su ubicación o actividad, aunque la mayoría de ellos son legalmente inadmisibles.
